Militantes de organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos convergieron hoy en una masiva movilización hacia Casa de Jujuy de Buenos Aires para repudiar la violenta represión perpetrada ayer por policías de esa provincia del norte durante una protesta contra la reforma constitucional del Gobierno de Gerardo Morales.
«La Argentina no es un país donde se pueda aceptar la violación de los derechos humanos; la Argentina no va a aceptar la pretensión de convertir a Jujuy en el laboratorio donde se implementan las políticas represivas para ese supuesto futuro de prosperidad. Sí, prosperidad para los intereses multinacionales. El pueblo les va a mostrar que eso no es posible», expresó el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky.
Yasky fue el último orador del acto realizado a metros de la Casa de Jujuy, ubicada en Santa Fe 967, en el barrio porteño de Retiro, adonde llegó una multitud tras haber ocupado desde el mediodía la traza central de la avenida 9 de Julio, a la altura del Obelisco, donde el tránsito quedó cortado.
Las columnas avanzaron con cánticos dirigidos al gobernador jujeño («Morales, basura, vos sos la dictadura), luego de que ayer fuera jurada la nueva Constitución provincial y recrudecieran los actos represivos contra las protestas, que terminaron con cientos de heridos y decenas de detenidos en el distrito, además de la decisión de la justicia federal local de desalojar los cortes de ruta en San Pedro, Libertador y Purmamarca.
«Morales reformó la Constitución en detrimento de los derechos de los jujeños. Esa es la estrategia política de la derecha; tenemos que seguir marchando en paz porque la violencia es del poder concentrado», reflexionó el dirigente de a Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Esteban «Gringo» Castro, quien abrió el acto frente a la Casa de Jujuy.
En segundo lugar, el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy, manifestó: «Esta unidad de la clase trabajadora es el mejor homenaje y reconocimiento al digno pueblo jujeño que se resiste y no permite que se adueñen de su derecho a la libertad, a la tierra y a los salarios».
Con carteles que expresaban «Abajo la reforma, afuera Morales»; «Libertad a los presos por luchar» y «Basta de reprimir», las organizaciones colmaron las inmediaciones al cruce de las avenidas 9 de Julio y Santa Fe.
Estuvieron Madres de Plaza de Mayo; Abuelas; H.I.J.O.S; APDH; las dos CTA (Autónoma y De los Trabajadores); Corriente Federal de los Trabajadores; Frente Sindical para el Modelo Nacional; ATE; Smata; Ademys; Suteba; Conadu; Utep; CCC; el Frente de Izquierda; la Cámpora; y la Unión de Trabajadores de la Tierra, entre decenas de organizaciones.
«Nos solidarizamos con el pueblo jujeño y exigimos la libertad de todas las personas detenidas», expresó Abuelas de Plaza de Mayo, a través de su cuenta de Twitter.
«Colonia no, Patria sí» y «Libertad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode» fueron los cánticos que más se escucharon en los alrededores de la Casa de Jujuy, vallada y fuertemente custodiada.
En tanto, en diálogo con Télam, la ministra de Mujeres bonaerense, Estela Díaz, advirtió que «Morales cruza límites; la represión que llevó adelante fue brutal y quiere con la reforma inconstitucional consolidar un proceso de Estado policíaco, represivo y de entrega de las tierras y de los recursos naturales».
También, en declaraciones a esta agencia, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, consideró «muy importante que el movimiento obrero y las organizaciones sociales se movilicen y respalden el reclamo de los compañeros de Jujuy que vienen rechazando una reforma constitucional que retrasa en materia de derechos» y consideró «urgente» que el Gobierno nacional «intervenga en el conflicto».
Sobre el escenario, Yasky cerró el acto con una advertencia: «Detrás de la reforma de la Constitución está el litio, el cobre, las riquezas de la minería, la riqueza de la que quieren apoderarse las multinacionales; la única manera de cerrarle paso a la violencia y a la derecha es con la unidad del campo popular, en eso no podemos dar ni un paso atrás».
Luego, la multitud congregada sobre la Avenida 9 de Julio cantó el Himno Nacional -que sonó desde los parlantes ubicados en el escenario- y se desconcentró por las calles del centro porteño.
Esta tarde también se realizó una segunda movilización por calles porteñas, liderada por la organización Tupac Amaru de Capital Federal, que se desplazó hasta Plaza de Mayo para «pedirle al Gobierno nacional la intervención federal a la provincia de Jujuy», según indicó a Télam el secretario general Alejandro «Coco» Garfagnini.
En paralelo, la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) repudió la represión a las protestas sociales en Jujuy, se declaró en estado de «alerta» y acusó a Morales de «no dialogar» y de pretender el «absurdo» de «defender» su reforma de la Constitución provincial «a los tiros».
«Esto tiene que ver con el absurdo de establecer una norma y defenderla a los tiros. Argentina tiene que vivir pacíficamente. No es ni a los tiros ni con represión», aseguró el cotitular de la CGT, Héctor Daer, durante una conferencia de prensa desarrollada esta tarde en la sede de la central sindical de la calle Azopardo, de la que participaron también los secretarios generales, Carlos Acuña y Pablo Moyano.