Tristemente se popularizó en redes sociales una serie de personajes que intentan mediante la ostentación captar personas que compren sus cursos.
Los cursos que venden paradójicamente no venden nada. Es decir, en su curso vos aprendes a vender ese curso. De esa manera, vos comenzás a hacer el mismo tipo de videos que te convenció para convencer a los otros. Detrás de todo eso no hay nada.
Obviamente no lo dicen sino que te dicen que contratando sus servicios de “mentoría” te enseñan a crear un e-commerce (un comercio por internet) y facturar miles de dólares como lo hacen ellos.
Capta mucho la atención por dos motivos principalmente, uno es por su forma de hablar. Como el padre del monstruo es español, el primero aprendió de él, el tercero del segundo, y así pero todos tienen acento argentino mezclado con palabras que usan los españoles.
El segundo es porque existe la necesidad de ganar dinero, como un fin y no un medio. Cuando hay pocos recursos es más fácil caer en la telaraña.
No es antojadizo haber usado esa palabra, en otros momentos fue el telar de la abundancia, inclusive también se pueden mencionar marcas que están algo en desuso como Herbalife, por ejemplo.
Sin embargo la gran diferencia es que allí sí se vendía un producto a diferencia de lo actual que es vender humo. En todo caso lo que ocurría con esa firma no era una estafa piramidal sino una reversión de la venta de productos AVON, en donde en realidad eran revendedores del producto a sus conocidos.
El esquema Ponzi se llama así por el italiano Carlo Ponzi que elaboró un sistema mucho más elaborado que el que ejecutan los influencers con los que comenzó este recuento de sistemas piramidales, en donde para que ganes dinero es necesario atraer a otras personas para que a su vez traigan a otras. En algún punto se corta.
A lo nuestro.
Argentina tiene un ministro envuelto en la Ponzidemia, y el pueblo lo padece. Se trata de Luis “Toto” Caputo quien por segunda vez teje una red de deuda que no pagará. Estaba claro que el gobierno de Milei era una estafa, lo que no se sabía es que la estafa era piramidal.
El Gobierno ahora necesita que los argentinos se endeuden más para poder honrar la deuda que contrajeron. El ahorro que significa desemplear trabajadores públicos es ínfimo por eso precisan que los empleadores de empresas privadas se endeuden.
Como el FMI conoce a Caputo tuvo que venir disparando desde los Estados Unidos para bajar las retenciones y pedir que el campo liquide la cosecha y con esa plata poder tirar hasta las elecciones cuando cree que sí será posible el desembolso del fondo.
Para poder pagar la deuda tiene que tomar otra deuda, y llegó a decir en una entrevista que este nuevo préstamo no significa un nuevo endeudamiento. Un disparate.
No hay que olvidarse que la Ponzidemia se corta por lo más fino. ¿Adivine quiénes ocupamos ese lugar?
Duele que además de pisotear nuestra patria se vayan como quien no hizo nada.