CEREBRO TERRÁQUEO

Siempre me gustó la idea de Arturo Jauretche. Él tenía en su oficina un mapa dado vuelta, lo llamaba el mapa desde la perspectiva nacional. 

“Empecemos por invertir el globo terráqueo colocando el Sur arriba porque somos hombres del hemisferio sur, del mismo modo que los hombres del hemisferio norte colocan el Polo Norte arriba”, sostenía el vasco. “Nos han acostumbrado a ver el mundo desde un lejano rincón, y desde abajo. Pero el planeta tierra no tiene ni arriba ni abajo”.

Cuando me mudé lo primero que quise fue colocar un mapa en el comedor, y lo pude hacer a medias, porque como el gancho para colgarlo estaba detrás de Europa… el mapa sigue teniendo el aspecto del que estamos acostumbrados a ver.

De igual manera ese cuadro fue la estrella de mi comedor. Me quedaba un buen rato mirándolo tomando mate en el desayuno o acostado sobre el piso.

Fue mientras lo veía acostado que comencé a pensar que si en lugar de que conserve su estructura o darle un giro de 180°, le daba uno de 90°. El ecuador dejaría de ser horizontal para ser vertical.

Es más… Si ponemos un mapa como lo vemos comúnmente frente a nosotros y lo giramos 90° grados para la izquierda, nos queda un “cerebro terráqueo”.

El ecuador delimita los hemisferios: el derecho y el izquierdo.

En el hemisferio izquierdo, los neurocientíficos detectaron que se encuentra desarrollado el pensamiento lógico, el matemático; mientras que en el derecho la imaginación y la creatividad.

En la izquierda del cerebro terráqueo están la Universidad de Oxford, y la de Harvard, el creador del cubo Rubik y su casa en Budapest, lo rígido, los monarcas, los serios y los supuestamente neutrales. 

A la derecha están las calles que nunca duermen, los Maradona, los realismos mágicos de García Márquez y las no ficciones de Rodolfo Walsh. Los carnavales de Brasil. Lo fantástico, lo increíble, lo que escapa a la lógica.

Hay excepciones que confirman la regla, de tal modo que un morocho tuvo que cruzar de un hemisferio a otro para poder ser el mejor cantor de tango.

Dicen que el hemisferio izquierdo contempla el habla y el derecho la inventiva, por eso Borges parecía cercano al otro hemisferio en sus palabras pero tan de acá en su forma de escribir.

Porque entre un hemisferio y otro hay conexión. Los europeos también son alcanzados por el mal del aburrimiento y precisan el aporte de la creatividad del otro hemisferio… Algunos le dicen extrapolación cultural pero los catalanes lo llaman Messi.

En tiempos de globalización, de videollamadas, de redes sociales, aún hay costumbres que hacen a la identidad, la memoria.

La interacción entre los dos hemisferios es vital en el ser humano, la interacción entre el sur y el norte del planeta…también.

(Mayo 2020)