Transporte propone que en febrero el boleto de colectivo aumente a $ 270 y el de tren a $ 130

La Secretaría de Transporte dispuso la apertura de la instancia de participación ciudadana para los aumentos de tarifas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por reducciones de subsidios, en el cual propone un boleto que parte desde $ 270 para el colectivo y $ 130 para el tren y que regirá desde febrero.

El cuadro tarifario, formalizado en la Resolución 1/2024 publicada hoy en el Boletín Oficial, prevé aumentos de 251% para la tarifa del colectivo y de 247% o 169% -según la línea- para el tren.

En el caso del colectivo, las tarifas comenzarán a regir desde el 1 de febrero y, para los trenes, la Secretaría de Transporte comunicará oportunamente «el cronograma para su entrada en vigencia».

La primera sección (0 a 3 kilómetros) del colectivo pasará de $ 76,92 a $ 270; la segunda (3 a 6 kilómetros) de $ 85,69 a $ 300,78; la tercera (6 a 12 kilómetros) de $ 92,29 a $ 323,95; la cuarta (12 a 27 kilómetros) de $ 98,90 a $ 347,15; y la quinta (más de 27 kilómetros) de $ 105,46 a $ 370,18.

En tanto, en el caso del tren la tarifa mínima actual (de $ 48,38 para la Línea Mitre, y de $ 37,38 para las líneas Urquiza, Belgrano Norte, Belgrano Sur, y Roca) se unificará en $ 130.

En tanto, el segundo tramo (12 a 24 kilómetros) pasará a $ 169 y el tercero (más de 24 kilómetros) a $ 208.

La tarifa social -para beneficiarios de jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, y Becas Progresar, entre otros planes- seguirá otorgando un 55% de descuento en las tarifas, por lo que, en dichos casos, el pasaje mínimo será de $ 121,50 para colectivos y $ 58,50 en trenes.

Estas tarifas luego se irán actualizando de acuerdo con la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

El tarifario propuesto prevé ajustes cada dos meses o por períodos mayores, en lugar de los incrementos mensuales que se preveían inicialmente en la Resolución 8/2023 de inicios de este mes.

Más allá de esto, la intención es que los aumentos sean por encima de la inflación para reducir la proporción de subsidios del Estado, y que lo que paguen los usuarios cubra un mayor porcentaje del costo real del boleto.

«Empezamos un proceso de trabajo muy fuerte en cabeza del Ministerio de Infraestructura en cambiar la lógica de subsidios», indicó esta mañana el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, en la que reiteró que consideraba que «subsidiar la oferta es sumamente injusto».

Al respecto, el portavoz señaló que «buena parte del interior paga tarifas más acordes con la realidad, incluso recibiendo subsidios».

«Hace 20 años que el boleto se viene retrasando respecto de la inflación y ahora llegamos a una situación extrema. Desandar ese camino obliga a que el boleto crezca por encima de la inflación si se quieren bajar los subsidios», manifestó esta mañana el vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, en diálogo con Todo Noticias y AM 750.

El empresario proyectó que el costo real del boleto subirá de $ 800 en diciembre último a $ 1.500 en marzo, y, en ese marco, proyectó que para marzo el boleto deberá costar «aproximadamente $ 500».

El nuevo cuadro tarifario también prevé otras modificaciones: el descuento de tarifa social ya no será más acumulativo con los de la Red SUBE, en el caso de combinaciones de transporte durante una ventana de dos horas.

Anteriormente, quienes poseían Tarifa Social contaban con un 55% de descuento en el primer viaje, 77,5% en el segundo y 88,7% en el tercero.

Ahora el descuento será de 55% en el primero y segundo viaje, y 75% en el tercero.

Para el resto de los usuarios, la Red SUBE seguirá operando como lo hacía anteriormente: tarifa plena en el primer viaje, 50% en el segundo y 75% en el tercero.

Este cambio busca darle «sostenibilidad a largo plazo al servicio público de transporte».

Por otro lado, todos los usuarios están obligados a registrar su tarjeta SUBE antes del 1 de abril próximo en tarjetasube.sube.gob.ar, a fin de «generar mejores prácticas» en el uso de la SUBE, y «desarrollar herramientas que permitan brindar trazabilidad a la aplicación de los recursos públicos».

Adorni señaló que el registro de la tarjeta forma parte de la «transición hacia un esquema de subsidios a la demanda», para que «el que pueda pagar una tarifa completa lo haga y el que no, pague con una tarifa subsidiada», aunque no dio mayores detalles sobre qué criterios socioeconómicos se usarán para hacer dicha diferenciación.

En el caso de no realizar esta «nominalización» de la tarjeta, los usuarios deberán pagar una tarifa más elevada que, en febrero, parte en $ 430 para colectivos y $ 260 para trenes.

Como parte del nuevo cuadro tarifario, la resolución de hoy dispone abrir la instancia de participación ciudadana prevista para los aumentos de tarifas del transporte de jurisdicción nacional.

Para ello, los interesados tendrán tres días hábiles desde hoy para completar un formulario en argentina.gob.ar/transporte, en el cual se podrán expresar opiniones o propuestas.

Las mismas no tienen carácter vinculante, y serán utilizadas para realizar un informe de cierre de la instancia participativa.

En ese sentido, Fusaro señaló que esta instancia es una mera formalidad y que el aumento de tarifas «es una decisión tomada».

El cuadro tarifario, por su parte, invita a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires a alinear sus políticas tarifarias, de manera tal de «compatibilizar las respectivas compensaciones tarifarias», e «impulsar las medidas necesarias para que se produzcan los ajustes en la reglamentación perteneciente a sus respectivas jurisdicciones».

 

En los considerandos, se señala que las cámaras empresariales de colectivos manifestaron la existencia de un «deterioro de los servicios» y una «situación crítica» ocasionada por una «creciente brecha entre ingresos percibidos y costos reales de operación torna cada vez más precaria la continuidad de los mismos».

Transporte señaló que el aumento «implica una actualización necesaria» para asegurar la «sostenibilidad en el servicio» al incrementar el valor de gasoil, seguros y, en el caso de los trenes, el material rodante y los repuestos.

En ese marco, recordaron que, entre 2020 y 2021, no aumentaron las tarifas por la pandemia y que en 2022 y 2023 «se compensaron de manera parcial».