A 14 años de la desaparición de Jorge Julio López, en diálogo con el Juez Federal Carlos Rozanski, Doctor Honoris Causa por su valioso aporte a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, entre ellos el juicio de enorme resonancia en el que juzgó y condenó al genocida Miguel Etchecolatz. El valor social de conservar la memoria para poder juzgar a los autores de crímenes de lesa humanidad fue destacado por el letrado, quien calificó como un emblema de valor y lucha contra la impunidad, al testigo desaparecido Julio López.
¿Qué significa para vos el caso de Jorge Julio López?
En aquel momento, muy especial, era el primer juicio luego de 30 años de impunidad y era todo un desafío- definió el jurista- no sabíamos qué es lo que iba a pasar. Dábamos por descontado que iba a estar todo en orden porque había condiciones para hacer los juicios, quiere decir que era impensable una tragedia como esta. Sin embargo se produjo, y el emblema es por muchos aspectos, no toda desaparición de este tipo es emblemática, pero en el caso particular de López, en ese primer juicio, claramente por lo menos desde mi punto de vista lo que se buscó es crear terror, como aquel terrorismo que se estaba juzgando en ese juicio, y generar terror para que no haya más testigo con la valentía que tenia Jorge Julio López y el resto de los testigos de ese juicio.
La desaparición la lograron criminales -continuó explicando Rozanski -, y es una tragedia para él y su familia, pero lo que no lograron es frenar los juicios, y siguen hasta el día de hoy, por supuesto que fueron disminuyendo en su ritmo por razones políticas, pero la realidad es que esa tragedia lo puso en el lugar donde está a Julio, en el recuerdo permanente, y como emblema de que la impunidad no puede triunfar.
¿Qué le pasa a un Juez por la cabeza cuando está dictando sentencia, por ejemplo en el caso contra Etchecolatz?
En mi experiencia trabajé 25 años como Juez de Cámara, escuchando muchísimos argumentos, y la realidad es que la posibilidad de argumentar es infinita para el que está acusado de un delito, de última está bien, hay que escucharlo. El problema es si lo que te está diciendo es verdad o no.
A la hora de hacer la sentencia, en este caso terminó con una reclusión perpetua, la máxima del derecho del país, pero tiene que ver con el derecho del acusado a decir lo que quiere, incluso a mentir, pero obviamente las pruebas dicen que todo es mentira, que es lo que pasó en el caso de Etchecolatz, el juez no debería a mi entender afectarse por lo que diga el acusado. Vos pensá que cuando yo leo el fallo con reclusión perpetua, el hombre mira un crucifijo mira al cielo y agradece, él tendrá sus razones pero al día de hoy, sigue preso.
¿Qué significa en la actualidad Jorge Julio López?
Son muchas las que significa como cualquier víctima de una tragedia de este nivel de violencia, no sólo lo que significa para su familia, sino socialmente una persona que declara en un juicio en el que cuenta lo que pasó, su padecimiento y tortura. Como vió el asesinato de otras personas, las relató e indicó como autor a una de las personas más peligrosas que me ha tocado juzgar. Que desaparezca López, nos hace recordar todos los días a la sociedad que no podemos tolerar este tipo de violencia.
Por eso es importante que la justicia actúe siempre, con un ritmo adecuado (cosa que no está pasando), porque es el único antídoto. La memoria no es casual que esté cuando se invocan este tipo de desastres. Es fundamental la memoria, porque lo que los genocidas quieren es que vos no recuerdes.
¿Cuál es el límite de la libertad de prensa?
Es muy delicado, porque los gobernantes por lo menos en democracia tienen mucho cuidado de no afectar la libertad de expresión. El problema es que sucede otra cosa, una persona presa y condenada por delito gravísimo no puede decir que ‘me están violando mi derecho a la libertad’ porque está privado de su libertad en función de los delitos que cometió.
En el caso de la libertad de expresión, la libertad de prensa, es para poder expresar las ideas libremente y siempre es en la medida que no cometa delitos, porque imaginate que si vos a través de los diarios como está sucediendo hace décadas con el Grupo de Clarín y La Nación, estás construyendo subjetividad a partir de noticias falsas, estás generando un daño social que además de todo es delito porque tiene que ver con la intimidación pública con la incitación a cometer delitos, etc, a partir de mentiras.
Eso es ilegal, y ahí no estamos discutiendo libertad de expresión porque siempre hay que defenderla y es una garantía constitucional, lo que no es eso, es que vos tengas permitido mentir a través de un medio de comunicación masivo con el cual convences a gente que cometa hechos violentos o que viole la ley, está prohibido, lo que pasa es que si no hay tribunales que le pongan el nombre que corresponde, obviamente va a seguir pasando.