VIOLENCIA ES MENTIR

Mientras que Horacio Rodríguez Larreta asegura que el congelamiento de precios termina en desabastecimiento, pocos explican que el 74 por ciento de la facturación en góndola corresponde a 20 empresas que aumentaron exponencialmente sus ingresos mientras el pueblo tiene cada vez más hambre.

El secretario de comercio interior, Roberto Feletti, dio a conocer una lista de productos que deben congelar sus precios por tres meses. Son 90 días que estimativamente serán los de mayor consumo del año producto de la post pandemia y las fiestas. Es el sector más rancio de los empresarios alguna vez llamados miserables por un Presidente que se llama igual al actual pero no se parece demasiado.

Se les pidió a los Jefes Comunales que sean garantes de que se cumpla esta reglamentación y el mandamás porteño rechazó la posibilidad de disponer agentes de su gestión para controlar su cumplimiento.

Para poner un ejemplo de estas 20 firmas que controlan tres cuartos del mercado está la empresa de la familia Blaquier: Ledesma. En la bolsa reportaron una ganancia que quintuplica lo recaudado el año pasado (5.205 millones de pesos).

Ojalá que todas las empresas crezcan pero no hablamos de un comerciante o Pyme (base fundamental de creación de empleos) sino de firmas oligopólicas y enquistadas en el poder.

De hecho, son sólo 10 los supermercados que concentran el 85 por ciento de ventas del país, y a su vez son formadores de precio. No sólo ganan más sino que a costa de tener valores altos para los devaluados sueldos argentinos.

Es muy importante ello porque hace una década estaba lleno de informes hablando de que en otros países los productos costaban menos en los supermercados. Hoy esa noticia no se ve y es porque ante el grado de inflación que existe, los valores expresados en dólares suelen ser más bajos aquí que en los países europeos que toman como ejemplos.

En ese momento muchos medios hablaban de los impuestos que se ponía a la industria nacional, hoy siguen con el mismo fundamento aunque esa realidad haya cambiado. Siempre van a criticar. Es esteril esperar un acuerdo con un sector que no está dispuesto a negociar sus inmorales privilegios.

Pero no cambió la ecuación porque los precios bajaron, sino porque se los comió la inflación. Los supermercadistas tienen lo que le falta a los trabajadores… poder de atar sus ganancias a la inflación. Un trabajador formal hoy puede estar por debajo de la línea de pobreza, hecho aberrante en la historia del peronismo.

Mientras a unos no se les cae de la boca la palabra “libertad”, como toda máxima en sus negocios o políticas; otros están condicionados por las necesidades vitales. Y como explicaba el filósofo Hegel “los que ponen la libertad sobre la vida suelen ser los amos, y los que ponen la vida sobre la libertad suelen ser los esclavos”.

En esta dialéctica el amo necesita someter al esclavo, es decir, que exista ese otro para poder realizarse como quien tiene el poder real.

De manera llamativa el Frente de Todos que fue disímil desde su formación está aceptando algunos acuerdos comunes de negociación con los amos, casi aceptando la condición de dominados.

Esto va desde un debate en un canal de televisión esquivo para sus políticas, no por crítico sino por desestabilizador. Que publica noticias en tapa que sólo son conocidas cuando el Presidente sale a contestarle. 

Algo así como el “Diario de Irigoyen al revés” porque mientras al líder radical le escribían un periódico remarcando las bondades de su gestión, el gran diario publica lo paupérrimo de la administración de Fernandez, y el mandatario le contesta dándole una entidad que ya no tiene según sus ventas.

También, en el acuerdo con el FMI a quienes como factor de presión en la negociación les juramos una y otra vez qué le vamos a pagar lo que ilegalmente nos prestaron. Néstor no le atendió 11 veces el teléfono al representante del fondo previo a pagarle. Poner en duda el acuerdo no significa no pagar, hay que honrar deudas pero ¿Será el modo prometer siempre pagar? Visto los resultados de estos dos años queda comprobado que poco le importa al FMI el voluntarismo.

¿Quién la va a pagar? ¿En cuánto tiempo? ¿De dónde saldría la plata? ¿En qué plazo e interés? Que esto se sepa no es develar la estrategia, es meter presión social y no decirle todo el tiempo que vamos a cumplir con los compromisos adquiridos de quienes rompieron el país, y si no nos apuramos van a volver a hacerlo.

Porque que Massa da una entrevista citando al diálogo postelectoral con la oposición no es noticia, que Alberto Fernández diga que quiere un diálogo sincero y profundo con la oposición tampoco, pero que Cristina Kirchner no vea con malos ojos hacerlo si lo es.

Porque hace unos meses era imposible pensarlo y las PASO torcieron muchos brazos. Da para pensar que estamos peor de lo que creíamos.

Aparentemente hay un boceto escrito por Kristalina Georgieva que tiene que salir por ambas cámaras del Congreso y se necesita de que quienes van a ganar las elecciones se sienten y lo aprueben. Otra vez quedamos en sus manos para acordar la escandalosa deuda que tomaron por no accionar debidamente en dos años asumiendonos como esclavos. Hay que desconfiar de quienes siendo amos juegan a ser esclavos y se quejan de no poder aumentar según leyes de la libertad de mercado. Los lobos también usan piel de cordero.