Un espejo frente a los espectadores para verse y reflexionar

Rubén Stella es un destacado actor y director teatral. Algunos de sus papeles más reconocidos fueron en el film La furia, la serie Hombres de Ley, como José de San Martín en El General y la fiebre y también como Enrique Santos Discépolo en Discepolín. Stella narró a Comunas detalles de su nueva obra “Cantata al Movimiento Obrero” y “La Revancha”, una comedia para reír y emocionarse, que aún están en cartelera en teatros de la Capital Federal.

Al preguntarle sobre la importancia de trasmitir la historia a través del arte, y especialmente el teatro, Stella argumentó:

“Para mí es prioritario poder reflexionar. El teatro, la ficción, en general, es como poner un gran espejo frente a los espectadores donde poder verse y reflexionar sobre sus problemas, virtudes, defectos, y esto es fundamental para mí- es el rey de la ficción-apuntó- por eso insisto siempre en que la temática que se vaya a expresar tiene que ser que nos contenga a la mayoría de los habitantes de nuestro territorio.

¿Y el pensamiento nacional en la Cultura argentina?

Hacer a San Martín o a Bolívar, o La revancha o la Cantata al Movimiento Obrero o hacer Discepolín, siempre obras nacionales, y prioritario para mí poner el espejo que corresponde a nuestra sociedad, en la cultura nacional, no soy un gran mentor de la cultura universal porque pienso que se universalizó hasta ahora la cultura de los grandes centros de poder que finalmente fueron imperio.

¿Cómo te planteas como actor cuando tenes que interpretar a determinados personajes como Bolívar?

Siempre desde un marco referencial histórico, no se puede dudar que había nacido en Venezuela, así que el acento es latinoamericano, y desarrolló su vida en el norte del cono sur.

En el caso de Discépolo pasaba lo mismo porque cada uno tenía su propia imagen de él, pero había referencia por películas y se conserva material sobre su voz, etc.

En principio vale la pena decir que cuando lo hizo Alcon el personaje tuvo enorme control por parte de la dictadura de Onganía. Apareció la imagen tan de escuela primaria. Nosotros tuvimos mayor libertad, de hecho yo tuve algunos entredichos con el Instituto sanmartiniano porque escogimos mostrar un San Martin con tuberculosis y la versión oficial era que tenía gastritis… y otro tema fue con un historiador que me dijo que San Martin no podía hablar en español. ¿Y cómo no va hablar en español?. Finalmente llegamos a la conclusión de que no podía hablar como lo hacemos los porteños…

¿Si queremos ver “La revancha”, a dónde podemos ir?

Al Tinglado los miércoles a las 20.30 hs. Y La Cantata quedan dos sábados en el Teatro Gastón Barral, en la calle Rawson 42, en Almagro, a las 20.30. hs.