La Auditoría porteña hizo público un informe sobre el programa de «Incentivo a la Producción Cultural – BA Música», develando serias fallas en la gestión de las políticas culturales en la Ciudad de Buenos Aires.
La Auditoría General de la Ciudad hizo público un informe sobre el programa de «Incentivo a la Producción Cultural – BA Música», develando serias fallas en la gestión de las políticas culturales en la Ciudad de Buenos Aires.
Al respecto el auditor general Lisandro Teszkiewicz lanzó un dardo incisivo al afirmar que «El informe revela el desprecio por la presencia del estado en cuestiones culturales, característico del pensamiento libertario y se traduce en un ataque sistemático a las instituciones que fomentan la cultura. Este informe expresa tanto una gestión ineficiente y falta de transparencia de los fondos presupuestarios que debían llegar a los artistas, como el cierre de programas en la televisión, la radio, el cine y la persecución a los trabajadores de la cultura».
Respecto a las observaciones del informe, señalan que en violación a lo establecido por la ley 3.022 y el decreto reglamentario 868/2010: el programa no estableció con los beneficiarios contratos de concertación de las actividades, en los expediente analizados, porque un 10% de los expedientes ni siquiera fueron entregados para su análisis.
Este desmanejo se evidencia al considerar que los beneficiarios reciben renovaciones de subsidios sin haber rendido cuentas del año anterior. Por ejemplo en la línea “Clubes y Establecimientos de Música”, las irregularidades llegan a casi un 89%, lo mismo sucede en la línea “Grupos Estables de Música” con un 34%, y en “Músicos Solistas” es el 38%.
A su vez, entre muchas irregularidades se identificó que en “Clubes y Establecimientos de Música” no se alcanzó a respaldar la suma otorgada. En la línea “Grupos Estables de Música” no se encontraban disponibles los expedientes de rendición solicitados, por lo tanto, no se pudo analizar. Por su parte en la línea “Músicos Solistas” los expedientes tampoco se encontraban disponibles ni fueron remitidos para su examen.
Al analizar lo actuado por la Gerencia Operativa de Operaciones y Regímenes de Promoción Cultural, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad, en el manejo del “Régimen de Concertación para la Actividad Musical No Dependiente del Ámbito Oficial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” (BA Música), creado por Ley N° 3.022. Lisandro Teszkiewicz señaló que “la transparencia debe ser más que una mera declaración, debe ser una práctica activa del que gestiona. La política cultural exige verdad, estos mecanismos de irregularidad permanente, son adoptados por el macrismo hace 16 años para someter a los artistas y espacios culturales a la arbitrariedad del funcionario de turno, que siempre puede decidir continuar o interrumpir la ayuda estatal. Si el programa se manejara de acuerdo a la ley y los expedientes fueran llevados correctamente, los artistas y espacios culturales podrían recibir la ayuda estatal de manera transparente y sin depender de la voluntad de los funcionarios”.
Las falencias en el control son de tal magnitud que el Auditor concluye: “El informe es claro, el macrismo utiliza los fondos que la Legislatura por Ley destina a la promoción de la actividad musical, para extorsionar a artistas y espacios culturales, sometiendolos a su arbitrariedad, como en toda la gestión del área, vuelven a demostrar que la cultura para el Gobierno de la Ciudad es suntuaria”.