En medio de un país incendiado, Felipe Solá fue anoticiado que en la única entrada del lugar donde estaba lo esperaba una cámara televisiva y un periodista de un programa que intentaba ser satírico. Al comprender que iba a tener que cruzarse con él, Solá creyó que lo mejor era dar una respuesta creativa a la primera pregunta que le hagan.
Tognetti le preguntó “¿Cómo hizo usted para mantener su vigencia política a través de los gobiernos de Menem, Duhalde y Kirchner?”, y el por entonces Gobernador de la Provincia, Felipe Solá, respondió: “Haciéndome el boludo”.
Salió del cruce, y generó impacto.
Pero, ¿Cuál fue la razón? ¿el vocabulario no esperado?, ¿lo impredecible de la respuesta?, o ¿lo cierto de la frase?.
Al principio todas, con el paso del tiempo vemos que era completamente un acto descriptivo de la realidad.
Scioli construyó una carrera política en base a la ambigüedad.
Entre quienes piensan que la carrera es de velocidad, y por eso pegan primero, y los que creen que el resultado es consecuencia de la resistencia es la grieta más profunda del mundillo político.
Hay excepciones que confirman la regla obviamente. Super Sergio creyó en el 2013 que terminaba con “la Cristina eterna” (sic) y levantó la copa antes de que el árbitro termine el partido. Hablaba como Presidente y lo más cerca que estuvo fue cuando viajó con Macri al Foro Económico Mundial de Davos en el 2016. Sin embargo, Massa sigue a pesar de los años y siendo más chico que María Eugenia Vidal, y que Axel Kicillof para nombrar personas sindicadas como una renovación generacional en la dirigencia, pareciera que le lleva años de ventaja, y es que el ex Intendente de Tigre comenzó hace décadas su carrera que por momentos es de velocidad y por otros de resistencia.
Previo a las elecciones del 2015, el moyanismo se juntó con Scioli y fueron a los bifes: “si cerras vínculo con Cristina, que encima te ningunea, nosotros te apoyamos a vos”.
La respuesta fue obvia: semanas más tarde Hugo Moyano inauguró una estatua del Genera Perón con Macri.
El ex Gobernador de la Provincia, quien ganó con el mayor porcentaje de votos en la historia del distrito (55% en el 2011) compara siempre su aventura en la motonáutica con la política, comenta que no tenía la mejor nave pero el siempre avanzaba cuando los otros se iban quedando. Hoy, es un número puesto si hay PASO para ser el candidato de Alberto Fernández quien, muy a su pesar, no tiene chances electorales.
Por el otro lado del Frente también piensan en la carrera de resistencia, y ante pocos logros para mostrar se refugian en la idea de posicionar a un candidato de perfil bajo. Por eso, el gobernador de Santiago del Estero sonó.
Se dice generalmente que quien suena, sonó. Y cuando no midió Wado de Pedro fueron a buscar a Gerardo Zamora, marido de la actual Presidenta provisional del Senado (por ende en la línea sucesoria presidencial), Claudia Abdala.
Si el radical K de Santiago y Capitanich del Chaco tienen perfil alto, comenzaron a barajar otros nombres.
Dos posibilidades, una es una persona que tenga gestión para demostrar pero poco conocimiento. Se rumoreó primero que podría ser el Presidente de YPF, de una destacada administración y potencialidad de generación de recursos energéticos nunca antes vistos para el país, su nombre es Pablo Gonzalez, ocupó la vice gobernación de Santa Cruz cuando en el Ejecutivo estuvo Alicia Kirchner en su primer mandato. La otra posibilidad, haganme acordar porque me la guardo para el final.
Antes voy a hablar de Juntos (por el cargo), como si tuvieran poco en la provincia de Buenos Aires, se le sumó la novela porteña. Hasta el momento dos de los cuatro Jefes de Gobierno electos fueron Presidentes de la Nación. A diferencia del mito (hasta ahora real) que ningún Gobernador de la Provincia es electro en el Sillón de Rivadavia; si fuiste votado para administrar la Ciudad más rica del país tenés en principio un 50 por ciento de posibilidades de mudarte a la casa rosada. En estas elecciones esto puede llegar a aumentar si Larreta resulta electo Presidente. El único vencedor en comicios para gobernar la capital que no dejó el cargo para estar al mando de la república sería Anibal Ibarra.
Es un dato para dimensionar la importancia emancipadora de Larreta. Las elecciones en la Ciudad serán concurrentes, es decir, se votará el mismo día pero en otro formato. Atrás quedó la discusión de cometer un fraude digital en la boleta única, o no cambiar las reglas de juego en año electoral. Horacio Rodriguez Larreta cerró filas con el radicalismo para ampararse en su estructura nacional. Está al caer que el jujeño Morales lo acompañe en la fórmula, lo importante es que como nunca desde el 2000 la UCR puede volver a mandar en la Ciudad. Mauricio Macri obtuvo el padrinazgo nacional del centenario partido sin darles nada a cambio y a Larreta creyó disciplinarlo con las escuchas ilegales. Nada es como era antes y ese es el dato político de la semana.
Como final, me quedó pendiente la otra propuesta que baraja el FdT. Si lo del PRO fue la noticia de la semana, esta puede ser la de las próximas. El martes hubo una reunión entre Cristina, Massa, y Alberto. En la Provincia de Buenos Aires el candidato es Axel Kicillof, está claro. A menos que su jefa política le pida que esto cambie. Corre una versión que indica que Axel lideraría la boleta en la nómina presidencial acompañado de la “albertista” Victoria Tolosa Paz. Esa sería la lista de unidad. ¿En la Provincia? El nombre es Cristina Fernandez de Kirchner.
La lectura es que si no se puede en nación hay que asegurarse la Provincia y con todos los Intendentes jugando para el mismo lado, porque arrincona a cualquiera que quiera sacar los pies del Frente. Son muchas voluntades, y muchos egos que restan alinearse para saber la nómina final.
Por lo pronto, la rosca sigue a pesar de que pasaron las pascuas.