“En Chubut no vive nadie, hay un millón de guanacos” dijo Patricia Bullrich en medio de la pelea del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el Presidente Javier Milei.
¿El contexto? Ya lo conoce. El pedido de refinanciamiento de deuda y la moneda de cambio del Gobierno central fue no mandar dinero a la provincia en resarcimiento por un impago. En criollo, el número por sobre la persona. No importa si se asfixia al pueblo siempre y cuando se pague lo que se debe.
Lo llamativo es que es selectivo el gobierno desde la Rosada para hacer ello porque como ventiló el ministro de economía de esa provincia patagónica: un mensaje le indicaba que esto que sucedía era porque no gustaron los gestos del gobernador para frenar la quita de recursos al transporte.
Luego de esto… lo de siempre. Javier Milei dedicó muchísimo tiempo al twitter donde le puso “me gusta” a una foto del gobernador de Chubut alterada para que pareciera tener síndrome de Down. Es que desde las redes sociales quieren inventar un sentido común, en donde el problema se originó porque el mandatario chubutense no abrió una supuesta respuesta vía mail que le habían mandado.
Entonces la queja surgió con respecto al Presidente y la utilización peyorativa e insultante para gente con una enfermedad. Lo cual no es más que demostrar que Milei está roto.
Sin embargo, aunque su actitud sea deplorable pareciera un modus operandi elegir un sector para pelearse y cambiar el eje de discusión. Ya sea Lali Espósito, personas con discapacidad, o bajarle constantemente el precio al gobernador Torres, sobretodo por su edad (35 años). Cansa ya, en alguna no entremos. Es aberrante lo que hace pero no puede marcar agenda desde un “me gusta” en twitter.
Paréntesis. La vicepresidente Victoria Villarruel tiene previsto viajar a Comodoro Rivadavia, Chubut, para un acto militar. Esto se enmarca en que gobernadores patagónicos quieren promover una empresa de energía. Macri, perdón, Villarruel, se acerca al gobernador macrista Torres de Chubut. El enemigo de mi enemigo no es mi amigo.
La forma de que la gente acepte el ajuste que le realizan es, lisa y llanamente, decirles que ellos no son los ajustados. Por más que lo sean es una cuestión de fe que deposita el pueblo en lo que digan los mandatarios y no en lo que hagan. Después dicen que ya nadie cree en la palabra.
Para no aceptar que el ajuste es sobre el chubutense, Bullrich dijo que en Chubut no vive nadie y tiene un millón de guanacos.
Siguiendo con las noticias de la semana y la relación habitante y hábitat, Jorge Macri daba una nota en la ciudad de Buenos Aires y apareció una rata. En CABA hay 12 ratas por habitante, siendo que viven 3 millones de personas, se estima 36 millones de ratas.
Como el porteño vale más que el chubutense no se mide rata por guanaco. Muchas están debajo, en las alcantarillas mientras otras están en cloacas a cielo abierto. El Presiduende (por fin se puede decir ahora que cerró el INADI) de pie pequeño dijo que el congreso está lleno de ratas. Nadie salió a cruzarlo en serio, como mucho un “que mal lo que dice Milei”, ahora…hay un miedo con interpelarlo… no sea cosa que el loco sea apoyado y se venga en contra su electorado. O ¿el miedo será por lo que le pueda responder? Por lo que sea nadie lo cruzó en serio, y el que calla… otorga.
El pueblo no se inmola por el dirigente, es el dirigente el verdadero empoderado que fue votado para proteger a la gente. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo, primera verdad peronista.
El Mega Papada va a dar un discurso en la Asamblea Legislativa. Poco se sabe, sólo Conan intuye a ciencia cierta qué es lo que se trae entre manos. Se tiraron 20 tópicos distintos, y siempre deja margen para una sorpresa. Ordena los odios a diario, y la incertidumbre. El ruido constante, ¿hoy dolariza?, ¿lo hace mañana?, ¿Se viene el cambio de monedas?, ¿corralito?, ¿el bondi a 2500 pesos?.
Ahora, si salimos de la cuestión nominal y vamos a lo cualitativo. Todos los impuestos aumentan, pero ni siquiera es que continúan los mismos servicios que de por sí eran deficientes, sino que los recortan.
Si en un mes no hay presupuesto universitario, si los hospitales públicos son vaciados, si se cierran direcciones que daban medicamentos oncológicos, si bajan la frecuencia de transportes, porque el Estado quiere recaudar más. Si el Estado es lo peor que existe para los que hoy viven con la nuestra, porque quieren hacerse de más dinero. Si el peso es excremento como dijo Milei para que quieran acumularlo.
Una contradicción en un mar de incertidumbre. Fin.