El legislador porteño Juan Pablo O´Dezaille hizo un repaso del momento político cuando proliferan discursos de odio y nuevas derechas con viejas discusiones. Desde su llegada al parlamento tras la renuncia de Alejandro Amor hasta las posibles consecuencias que tenga el cruce de Macri con Larreta habló en esta nota.
¿En qué contexto encontras la Legislatura?
Es un desafío integrar una legislatura compleja para nosotros porque es difícil avanzar siquiera para debatir los proyectos, ni hablar de aprobarlos en el recinto. Es una experiencia novedosa.
De hecho hay legisladores que sostienen que el oficialismo se opone a cualquier proyecto sin importar su trascendencia…
Juntos por el Cambio ha tomado la ciudad como su feudo y recurren a todas las artimañas posibles. Hace poco tiempo hubo una oportunidad inédita para la ciudad (la iniciativa popular para la creación de un parque público en Costa Salguero), que incluso los diputados del PRO decían que era muy interesante creyendo que no iba a prosperar, y el nivel de hipocresía fue absoluto. Se juntaron 57000 firmas de ciudadanos y ciudadanas a los cuales se les votó en contra en un año electoral, no puedo entender como puede prevalecer tanto la mirada de los negocios.
¿El hecho de que el oficialismo sea avasallante en la Legislatura conlleva algún error del peronismo porteño?
Desde la lógica del Frente de Todos se pueden recalcular algunas estrategias, a veces se centra mucho en el accionar legislativo y quizá haya que ir más al territorio. No sólo hablo de los barrios, sino de los centros de comerciantes, o las universidades, por ejemplo.
¿Cuál es el motivo por el que ingresan con fuerza los discursos radicalizados de odio?
Desde hace algunos años la democracia está en peligro. La democracia en muchos casos no da respuestas a las necesidades de la gente. Perdemos mucho tiempo en luchas internas, que si bien son necesarias darlas no deberían ser exteriorizadas del modo en que termine siendo el único debate que genere ese espacio político. El discurso de Milei trae cosas viejas que nos hicieron daño, por ejemplo, plantean la memoria completa que no es más que la teoría de los dos demonios, discusiones viejas y saldadas. Hace poco hablaba de la posibilidad de vender órganos, y ahora habla bien de Patricia Bullrich.
¿Por qué pensas que existe un pragmatismo tan grande como para tener diálogo con ciertos sectores que antes parecía imposible?
Pienso que una cosa es escuchar y otra implementar sus medidas. Entiendo que es válido mostrar amplitud en el diálogo, pero eso no quiere decir que se vaya a adoptar posturas contrarias a las que se llevaron a cabo en los doce años de un gobierno nacional y popular…
¿La pelea Macri-Larreta puede romper con la mayoría construida por el oficialismo porteño?
Veo una posibilidad de que el radicalismo comience un proceso de reconstrucción de lo que algún momento fue. Sigue siendo un proyecto distinto al nuestro, pero tiene un origen popular y democrático. Luego del desastre del 2001 quedaron atados a la estructura del PRO y a Juntos por el Cambio que los fagocitó. Quizá haya una oportunidad para que los radicales recuperen los valores republicanos.