La Defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Rosa Muiños, expresó su repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta: “Esto no es una un hecho violento más, esto es la conclusión de una escalada de violencia, de una legitimación de la violencia como una forma de ejercicio de la política y eso es lo que hay que parar.”
Además, manifestó que “Argentina tiene una democracia muy joven y fue cimentada sobre el nunca más, nunca más la muerte, la desaparición, la violencia, la violencia política, la violencia social. Este hecho tiene que ser un llamado de atención.”
La Defensoría le hizo un pedido de informe muy exhaustivo al gobierno de la ciudad “porque lo que nos encontramos son por lo 4 versiones emitidas informalmente de la razón de esas vallas en ese lugar”. La defensora contó que la primera versión fue que era para limpiar la calle. La segunda fue a partir de denuncias de vecinos que se habían visto perjudicados en su negocio minorista por la cantidad de gente y la obturación del acceso. La última versión, es del mismo día de la represión, ya que había una idea de una organización de montar una feria de economía popular, entonces ante ese anuncio habían vallado.
“Tenemos que entender que la violencia, en ningún lado pero sobre todo en nuestro país, porque conocemos nuestra historia, siempre termina mal y siempre termina poniendo el cuerpo el que menos tiene: los más pobres, los desplazados, los que no tienen sus necesidades básicas satisfechas, en un montón de formas ya sea, porque esto afecta a la economía del país o porque terminan siendo víctimas directas de los palazos”, aseveró Muiños.