Desde el 2017 a nivel nacional se determinó que los 14 de junio sean considerados como el “Día del barrendero” en conmemoración de Mauricio Silva, el sacerdote barrendero que trabajaba en el Corralón de Floresta, desaparecido por la última dictadura militar en 1976. Otros municipales que trabajaban allí, dirigentes sindicales y militantes también fueron desaparecidos, entre ellos Julio Armando Goitía. Y justamente con su hijo, Mariano Goitía que es camarógrafo pudimos conversar y comprobar cómo se atesora y transmite de una generación a otra la memoria de los hechos y sus protagonistas.
Me gustaría que nos cuentes qué función cumplía tu papá y qué es El Corralón de Floresta…
El Corralón de Floresta, para los que no lo conocen en su momento era la ex Maipú, donde se recolectaba basura básica donde también estaba mi papá y mi mamá que hicieron que se municipalizara para que los trabajadores contarAn con ropa adecuada, derechos, salarios justos y en el 72 se pudo hacer eso . Mi papá era administrativo de El Corralón de Floresta y por eso aparecía en ese lugar en mayo del ‘77 que se lo llevaron de ese lugar.
¿El estaba trabajando ese día?
Sí, él estaba trabajando ahí, como todos los días. Por lo que sé estaba en el vestuario lo mandaron a llamar y lo esperaba un Grupo de tareas, y lo secuestraron ahí, Y a Néstor lo que sé que era compañero de él se lo llevaron de su casa, y a Mauricio Silvano lo secuestraron en la calle y quedó allí el carrito y la escoba tirados.
¿Vos cuántos años tenías en el ´77?
Yo tenía 2 años, nací en el 75 pero de chiquito siempre con mi mamá me llevaba y poníamos en las paredes del viejo corralón donde estaba mi papá. Nada que ver lo que es El Corralón hoy en día.
Hoy es una plaza, un lugar de la memoria. Lo bueno que se pudo conservar como tal donde también están los pibes de Floresta que fue el suceso del 2001; ya se marca como un lugar de la memoria donde se puede compartir historia, donde la gente que no sabe y que se va juntando. puede enterarse de lo que sucedió en esa época y qué les pasó a esos trabajadores del Corralón.
Hay un proyecto de la comuna 10 para que sea considerado como un lugar de la memoria porque es la única comuna donde hubo dos centros clandestinos: Automotores Orletti y el Olimpo. Donde desapareció Vallese, y los trabajadores del corralón…
Y hay un nuevo campo clandestino que se descubrió hace unos dos años que se llama El jardín que era una casa que tenía la SIDE. Es una lucha que solamente se va a lograr con esfuerzo, militancia para que la declaren un Área de la memoria, que se va a lograr, por eso siempre estamos presentes más allá del 14 de junio.
Por ejemplo, tengo una hija de 16 años se llama Azul, sabe todo y hay una anécdota de ella que me llena de emoción. Creo que nosotros hacemos este trabajo de que los jóvenes sigan después de nosotros construyendo historia y memoria porque la memoria no hay que matarla si la matamos estamos listos, y mi hija Azul, el 24 el de marzo en acto en el colegio pusieron en la pared un afiche para que todos se escriban algo y ella puso Julio Goitía grande, mi abuelo desaparecido de la última dictadura militar. Hoy en día continúa desaparecido. Y los docentes que estaban ahí presentes que lo vieron se emocionaron la abrazaron y los compañeros de ella le empezaron a hacer preguntas y más allá que es mi hija y que sabe la historia, yo creo que es un punto de partida para que ella pueda contar lo que le pasó a mi viejo, y que los jóvenes se comprometan a que la memoria no muera, más allá de que seas hijo de desaparecido o no, porque creo que la memoria es de todos.