¿LA EDUCACIÓN COMO BANDERA?

La Cámara de Apelaciones ratificó el fallo que obliga al Gobierno de la Ciudad a asignar vacantes en colegios públicos. En verdad, cabe la posibilidad de que el Ejecutivo diga tener más capacidad de la que tiene debido a que publica como si fuera una nueva escuela a la reubicación de un establecimiento de esta Comuna. Además muestra cómo finalizada la obra del colegio Jorge Donn de Villa Luro.

Como respuesta, la cartera educativa siempre suele enviar un link que se contrapone con las distintas realidades. Del “Plan 54 Nuevas Escuelas”, el gobierno porteño, ya antes de las elecciones de 2019, había informado que estaban todas concretadas. Más tarde argumentó que se habían construido 50 del total y que cuatro seguían en obra. Mediante la insistencia discursiva y mediática, la Ciudad logró convencer a muchos de que las escuelas estaban en pie. 

Además de exigir que se cumpla con las vacantes y que se aumente el presupuesto educativo, la sentencia de la Cámara de Apelaciones, que confirmó un fallo de 2019 de la jueza Elena Liberatori, le demandó al Ejecutivo de CABA que informe detalladamente cuáles son las escuelas nuevas que supuestamente construyó.

En la web oficial hay cifras que desmienten a Larreta y Acuña, al indicar que el número de obras finalizadas es de 46, pero 18 de ese total se edificaron para reemplazar escuelas ya existentes. Es decir, el 36% de las escuelas construidas no generó ninguna nueva vacante en la matrícula educativa. Al mismo tiempo, estos anuncios son desmentidos por los gremios docentes: “de las 54 escuelas nosotros tenemos constatado, hasta el día de hoy, que 31 son de traslado, es decir, escuelas que ya existían”, afirmó a los colegas de Tiempo el Secretario de Coordinaciones de UTE, Pablo Francisco. De acuerdo a sus relevamientos, el 57% de las escuelas construidas no generan vacantes nuevas.

“Además de mentir, el gobierno engaña, porque da entender que hizo escuelas separadas y en realidad junta varias en un solo edificio. En la calle Santo Domingo en la Villa 21-24, puso la Escuela de Creación y en la planta baja instaló el jardín N° 9 Distrito Escolar 5 que ya existía. Lo mismo ocurre con la escuela Infantil N° 8 DE 15 que la metieron en el mismo edificio que la Primaria N°24 DE 15”, ejemplifica Francisco.

Durante muchos años la Escuela Nini Marshall DE 20, un secundario orientado a Comunicación y Tecnicatura en Teatro, funcionó en un inmueble alquilado sobre la calle Pieres 258, en Villa Luro. El gobierno acondicionó una propiedad y la trasladó allí: “este edificio ubicado en calle Oliden 1245 de Liniers es antiguo y fue refaccionado, pero no es una escuela nueva, no agregaron más matrícula y además tardaron años en hacerla”, remarcó María Isabel Grau, del gremio Ademys.

Otro ejemplo paradigmático es el de la Escuela de Danzas N° 2 DE 18, Jorge Donn. La Ciudad había destinado 241,7 millones de pesos para que se termine en la primera gestión de Larreta. Nunca ocurrió. La obra comenzó en el 2015 y debía finalizar a los seis meses, pero se frenó en varias oportunidades. Un fallo de Liberatori, en 2019, ordenó al gobierno que retomara la edificación. Sigue suspendida. “Ponen una imagen de obra terminada en la web oficial, cuando en realidad la Escuela Donn tiene la obra paralizada desde hace años y el gobierno sigue sin explicar en qué gastó el dinero de la venta de los edificios de Catalinas que, por ley, tenían que ser destinados a construir esa escuela”, acota Grau.

Otros dos edificios escolares son publicitados como “nuevos” pero en realidad eran escuelas ya existentes trasladadas a otros inmuebles: el Jardín de Infantes Integral N° 13 DE 20, en Mataderos; y el Jardín de Infantes Integral 5 DE 17, Juana Manso, en Villa del Parque. Otro caso emblema es el de la Escuela N° 12 DE 21, situada en el Boulevard José Benjamín Zubiaur 4180, dentro de la Villa Olímpica en Soldati. En la web aparece como terminada, pero el patio, donde sus estudiantes realizan la mayor cantidad de actividades, no tiene finalización de obra.

En 2021 la gestión porteña hizo un fuerte recorte presupuestario en la Dirección de Infraestructura Escolar: pasó de $1853 millones de pesos de 2020 a $1140 millones. Una quita de más de 800 millones que, sumados a la inflación, provocó una fuerte reducción anual.

De esa suma, hasta el segundo trimestre solo ejecutaron 485 millones de pesos.