HAY QUE TENER ESTÓMAGO…

Match Point la película de Woody Allen comienza con una imagen en cámara lenta de una pelota de tenis que rebota en la red y se eleva. La acción se congela allí, con la pelota en el aire, mientras una voz en off plantea que cambiará el resultado del partido, tratándose de un punto decisivo, según el lado para que caiga tras el rebote.

El domingo se vio una imagen muy diferente a la que nos devolvió la noche de las PASO. Mientras que en las primarias Macri había sido el gran ganador por pasar a retiro a Larreta que le quería disputar el poder y el peronismo había realizado la peor elección ejecutiva en la historia (contando la unidad que se tenía, porque si bien en el 2003 Néstor llegó al 22%, Menem había sacado el 25% es decir que el peronismo fue dividido porque sino sacaba el 47%).

En estas generales, el peronismo vuelve a obtener el porcentaje más bajo en la historia de una elección ejecutiva, sin embargo cabe destacar que Scioli en el 2015 cuando es forzado a ir a un balotaje saca 37% y en las PASO había sacado 38%; mientras que en estos comicios Massa logra el 36 y pico luego de haber sacado 21% en las primarias, es decir una suba de 15 puntos. Además de bancarle listas a Milei en buena parte de la Provincia con lo que varios Intendentes lograron la reelección metiendo en el Concejo Deliberante un nutrido bloque propio y varios concejales pseudo libertarios que en realidad responden al jefe comunal. En la otra vidriera estaba Juntos por el Cambio, con un otrora Macri exultante ahora colérico porque gracias a su don de ángel exterminador (Michetti, Vidal, Marcos Peña, Larreta, como muestra de ello) ahora sumaba a Bullrich y su coqueteo con Milei había sido en vano porque el peluca quedó segundo cómodo. Su estrategia le dejó cerca la victoria a ventajita como él llamó.

Ahora es como la película Match Point, si el balotaje da vencedor a Milei, Macri vuelve a ser un importante estratega. Pero si sucede exactamente lo contrario los días de Macri en la política nacional y su poder como referente del principal partido opositor marcharán al exilio.

Tanto para quienes tienen un voto de confianza en Massa como para los que tienen algún recelo sobre su persona nunca tuvieron una elección tan sencilla para definir su sufragio. La militancia siempre estuvo detrás de las bondades que tenían sus candidatos, en este caso se suma que enfrente están los M&M (Milei – Macri).

Milei no es Trump ni Bolsonaro. Ambos eran conocidos por los ciudadanos de su país hace al menos 20 años. Trump por sus negocios en Estados Unidos hace mucho más, y el brasileño fue parlamentario durante mucho tiempo. Milei es un outsider con la plata de otro, pidió que le armen las listas, en las provincias perdió por paliza porque no tiene estructura y rumbo a la segunda vuelta llamó desesperado al domador de reposeras, tal como expresó literalmente según una nota publicada en Infobae “Vengan que estoy sólo”.

Tiene cero conocimiento geopolítico, ha dicho que con China no negocia por comunistas y que en todo caso negocien los privados. El gigante asiático no negocia con privados, sino con representantes del Estado, además que al ser mil millones de bocas para llenar casi la totalidad de lo que produce Argentina lo podrían comprar. Siendo que junto a otras naciones en las que viven el 70% de la población mundial forman las BRICS+ un consorcio al cual pudo ingresar Argentina, con ayuda de Brasil. Otro país con el que quiere dejar las negociaciones.

Discute a San Martín, dice que el Papa es el maligno, entre sus secuaces uno dice que en lugar del ESI en las escuelas los chicos pueden aprender por pornografía, otra dice que su abuela le dijo que las mujeres pinchan preservativos para lograr ser mantenida por los padres de sus futuros hijos y por ello deben poder renunciar a la paternidad.

En el país de la salud y educación pública quiere entrar al sistema de vouchers, ha descrito situaciones usando como metáforas a un pedófilo ingresando en una escuela, su símbolo es una motosierra para terminar con la casta porque nada nuevo puede hacerse con los personajes de siempre y se juntó con un ex presidente, que estuvo hace tan sólo 4 años.

Bullrich pasó de recriminarle la libre portación de armas (de la cual ella estaba a favor, pero fingía no estarlo) para ahora sonar como su ministra de Seguridad si gana.

Libre venta de personas y órganos, discusión acerca de los desaparecidos. Tienen permiso de corso.

Si no querés votar a Massa, vota en blanco. Votar a Milei hace que las diferencias no sean políticas sino humanas.