Argentina va a una Mexicanización. Cuando los antiperonistas decían que la Argentina iba de camino a ser Venezuela lo decían como sinónimo de pobreza extrema, sin siquiera contemplar las diferencias enormes entre ambas naciones, tanto económicas (donde de hecho yendo hacia la dolarización estamos más cerca) como culturales. Pero sobre todo sociales.
El único país de norteamérica donde se habla español es notoriamente criticado y denostado por Estados Unidos, sin embargo, es común escuchar a sus ciudadanos querer parecerse yankees.
Nuestro Presidente va por ese camino, viajó a Estados Unidos para ser el bufón que anime la fiesta de la derecha internacional y busca congraciarse a todo lugar con el país donde está Hollywood.
Esto es inédito. Cuando Carlos Saúl comenzó las relaciones carnales con ese país, todavía quedaban escombros y humo donde estaba el Muro de Berlín. El globo ya no era bipolar sino que la hegemonía mundial era gobernada desde la Casa Blanca, en ese contexto “el turco” adhirió a cientos de requerimientos por demás deshonrosos para nuestro país (para nada esto será una oda a los ´90) pero a cambio negociaba el ingreso de Argentina en ciertos foros mundiales. Los que son de verdad, no los inventados por la derecha para dar premios y cobrar miles de dólares por ocupar un lugar en las mesas. De igual manera, sabemos que Milei es más de las fotocopias que de las verdades.
Hoy el ridículo es gratis, o peor aún, pagando de más. Ya no hay un encuentro entre pares, aunque uno más poderoso que otro sino el de una sumisión de un mandatario que reconoce soberano al otro.
Queda el pueblo. Aunque muchos digan “esto es lo que voté” quizá no sea precisamente la subordinación a los sajones. Esperemos porque de otra manera vamos camino a ser México…