De familia de madereros, Omar Zárate, Secretario General de la Asociación Argentina de Carpinterías, Construcción con Madera y Afines (AACCMA),explica la realidad del sector, sus dificultades y la salida mediante el asociativismo y el desarrollo tecnológico para saber mostrarse y vender.
¿Cómo surge AACCMA?
Surge de mi inquietud para que todas las carpinterías cuenten con un apoyo en temas que muchas veces no manejan, como por ejemplo la parte legal y contable. Además de diferentes problemas del sector como que en la Provincia de Buenos Aires el 90% de las empresas que trabajan la madera son compuestas por 2,3 o 5 personas, y hay muchos proyectos que las micropymes no pueden acceder, o que el 50 por ciento de la actividad está en negro, y es una competencia desleal con las registradas. Buscamos dar respuestas a las asimetrías de la actividad a través del asociativismo.
¿Cuál es la representación del sector en general?
Integré distintas cámaras empresariales y fui representante de la FAIMA (Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines) que nuclea a las 28 cámaras de todo el país. Ahí fui ganando experiencia de representación del sector con gestiones ante el ministerio de Hábitat de Nación y el de Obras Públicas, donde desde hace años se viene pidiendo la inclusión del maderero dentro de las edificaciones, tanto en temas de infraestructura pública, como en viviendas.
¿Por qué crees que no se da esa inclusión?
Muchos motivos, pero te comento uno puntual que notamos, y es que se piden trabajos que no van de la mano con los tiempos de obra. Entonces deja de ser un negocio y nos comentan que somos el peor gremio de la construcción. Por un lado contratan empresas medianas o grandes para que puedan sacar el trabajo solicitado en un menor tiempo, pero al sobredemandadas también terminan con retrasos. Con la Asociación queremos dar el espacio que tenemos a las carpinterías artesanales, porque se mejora su servicio y se cumple con esas constructoras.
Con esta actualidad política, ¿Qué momento están atravesando?
Ha sido un shock muy fuerte, porque se paralizó la obra pública y en algunos casos registramos un descenso del 60% en la demanda. Tenemos temor y terror de que exista una apertura indiscriminada de importación.
¿A futuro cómo imaginas la industria?
Hay que interpretar cuál es la demanda del mercado y formar estrategias de marketing para saber como mostrarse y vender. La ayuda que brindamos es integral porque pensamos desde el emprender hasta la capacitación.