Se viralizó un fragmento del discurso de Demian Reidel, el jefe de asesores del presidente Javier Milei, donde hablaba sobre el potencial energético, tecnológico y agroindustrial del país, cuando señaló que «el problema con esta área es que está poblada por argentinos».
Sus dichos tuvieron lugar en el IEFA Latam Forum que se realizó en el hotel Four Seasons.
No se deje llevar por el nombre, era el LATAM forum pero hablaba en inglés aunque ningún país de América latina tenga esa lengua. Se imaginan a quienes les hablaba.
En verdad Reidel, que es funcionario gracias a que los argentinos que criticó votaron al que lo puso en ese cargo, puede ser mañana un desempleado y el mundo seguirá girando. El problema es tan grande como viejo, “civilización o barbarie” lo tituló Jauretche en su manual de zonceras en alusión al libro de Sarmiento.
Es la madre que parió al resto de los problemas argentinos. Ver lo foráneo como lo próspero.
¿Puedo vender un auto diciendo que lo malo que tiene la marca es que sus repuestos son difíciles de conseguir, que es caro de mantener, consume mucho, etc?
¿No es querer bajarle el precio?
Probablemente el que lo venga a comprar ya lo sabe eso, casi tan bien como los que estaban en ese Foro acerca de que en Argentina viven argentinos.
¿Por qué lo dice Reidel? Será que piensa que congraciarse con los supuestos inversionistas es más bien criticar lo propio.
Puede que él lo piense, cómo se popularizó en twitter ver videos viejos de noteros haciendo entrevistas en la calle, y reforzar la idea de que previo al 2000 los argentinos hablamos mejor porque teníamos una tonada similar a la sonoridad del italiano, no como ahora que eso se perdió gracias al Kirchnerismo (sic). Esto lo subió entre otros el autor de la escultura más vandalizada en la historia según los récord Guinness, el carterista Nik.
Pensar de esa forma presume una superioridad europea que no es tal a la vista de la decadente actualidad del viejo continente.
Además de ser xenófobos, son obtusos. El mundo se mueve más rápido que sus precarios cerebros.
Contra la corriente de personas que piensan que uno opina de una manera distinta cuando es oficialismo y cuando es opositor, no hace falta saber quien esté en el Gobierno para saber que Argentina nunca es menos que nadie.
No se puede estar en un país pero con la cabeza en otro. Los que ven a nuestro país de forma globalista o internacionalista (dependiendo desde dónde están parados) nunca pondrán al ser nacional en el centro.
Una forma de entender la realidad Argentina es el peronismo. Para los peronistas es la mejor y para los antiperonistas es la peor, pero es una forma de entender la realidad, no de manera mundial sino desde el pensamiento nacional.
El peronismo no es de izquierda ni de derecha simplemente porque esas categorías no le son propias a nuestro país. Como si una persona dijera “me gusta el deporte”, y el otro le pregunte “y sos de Boca o River?”. El primero le contesta “no, me gusta el tenis”, y el otro insiste “¿pero de Boca o River?”
Hay gente que pregunta “te interesa la política?” y cuando le contestan “si, soy peronista” pregunta si de “derecha o izquierda”.
Obviamente al ser un movimiento, el peronismo excede el partidismo, incluye sindicatos, agrupaciones, organizaciones, militantes inorgánicos, etc. y en ese punto tan amplio pueden sentirse parte personas que provengan de otras corrientes. Por eso se da a menudo un debate entre la izquierda y derecha dentro del peronismo, algo que en el pensamiento original era totalmente esquivo.
No se puede estar en un país pero con la cabeza en otro, y menos si sos un funcionario.