DOÑA ROSA AL PODER

Irma asiente con la cabeza y da un golpe en la mesa “así se hace”, dice. “Como dicen los chicos, es lo que voté”

En la tele está Caputo informando que ahora va a ser más pobre, pero ella confía en el q el que la endeudo una vez está vez no le va a fallar.

Al otro día hizo las compras y notó todo carísimo, pero hay que confiar se repite. Llega a su casa y se dispone a desayunar. La tele está prendida pero ella no la ve, atenta a la mermelada que empareja sobre toda la tostada sólo la escucha. No distingue el periodista, igual todos dicen lo mismo. Ahora es libre, se siente oprimida, pero es libre. 

Se ríe de los chistes que hacen los animadores de la TV sobre los mandriles y ella que las vio todas no aprendió de ninguna.

La mermelada que tiene sobre su mesa, el pan que tostó, la yerba que le puso al mate son de empresas cuyos dueños tienen una edad similar a la de ella. Sin embargo no le creen una palabra al Gobierno.

¿Cómo puede ser que con la misma edad dos personas que supuestamente vieron todas opinen lo contrario?

Quizá tuvieron responsabilidades distintas. El dueño de la empresa láctea, la yerbatera, la de mermeladas en las décadas que tiene al frente vio a decenas de personas con corbata hablando de finanzas. Los ministros pasan y ellos siguen, son un poco más escépticos en privado de como dicen estar en público, por eso también se ríen cuando lo escuchan al Messi de las finanzas pero no precisamente por los chistes de los mandriles sino de los que le creen. “Si papito, quedate tranquilo que voy a poner los productos a 1000 pesos. Y ¿Cuánto van a estar cuando tenga que reponerlos? ¿Me voy a comer yo el aumento?. Por las dudas lo pongo al máximo de la banda”. De por las dudas está llena la Argentina, y el miedo no es sonso.

Así todo se va corriendo. 

Todo lo anterior obviamente es ficcional, sin embargo cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

El periodista Ernesto Tenembaum contó que su papá se estaba muriendo y no sabía que tema sacarle cuando estaba internado. Ya le había hablado a su padre de lo bien que estaban sus nietos, y cuando le habló de que el día estaba nublado permaneció con los ojos cerrados y no hizo ni una mueca, viendo el poco interés que le generó le dijo algo de su equipo de fútbol y el padre siguió inmutable. Le comentó que había comprado dólares hacia dos días y luego de eso había bajado su cotización, que se sentía un tonto…. Y ahí el padre aun con los ojos cerrados le hizo un ademán con la mano, movió la palma de arriba hacia abajo como quien dice “espera, dale un tiempo”.

En cuántos países ocurrirá eso, que ante una cama y sin tener temas de conversación aparente que salga la cotización del dólar. 

Bajó el dólar va a ser el lema del Gobierno. Irma, vos que aunque no compres lo festejas…esperá.