“CREO EN EL DIÁLOGO Y LA MEDIACIÓN COMO RESPUESTA”.

El defensor de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, dialogó acerca de la necesidad de generar accesos donde el ciudadano pueda relacionarse con el Río de la Plata, necesidad que quedó plasmada en la audiencia más grande en la historia de la Legislatura. Además, habló de la importancia de la aplicación con rigidez de los protocolos para poder desarrollar las clases presenciales. 

Hay idas y vueltas en torno a la realización de las PASO, ¿Cómo se prepara la Defensoría para actuar en unos comicios dentro de una pandemia?

Nosotros tenemos un observatorio electoral muy importante,y trabajamos conjuntamente con la Cámara Electoral Nacional. Además, las Cortes Supremas de otros países nos invitan para ser observadores de los comicios en sus países, ya estuvimos en la elección de Bolivia, en la de Ecuador, en la de Perú, y también actuamos en nuestro país cuando se realizaron las de Río Cuarto, todas en un contexto de pandemia. En términos generales las PASO tienen una ley vigente, con mucha participación ciudadana y trabajamos fuertemente en su difusión. Cuando se lleven adelante las primarias vamos a estar conviviendo probablemente con planes de vacunación, lo que ya sucedió en otros países. La Defensoría cumple un rol importante en manifestar las mejores condiciones para preservar la salud de los votantes, para eso se puede tomar el recaudo de duplicar la cantidad de establecimientos para permitirá tener mayor espacio, por ejemplo.

Finalizó la Audiencia Pública más larga en la historia de la Legislatura, contó con 7.053 expositores, y sólo 50 estuvieron a favor de la iniciativa enviada por el Ejecutivo y aprobada en primera lectura de rezonificar terrenos en la costa porteña. ¿Cómo se manifestó la entidad que dirige?

Por Ley, la Defensoría es la primera que habla después de la intervención del Gobierno y las empresas. Además de la postura técnica, nosotros fijamos posición con una visión política y estratégica. Una visión distante a la nuestra es la que ve en Costa Salguero y la existencia de areneras con depósitos de contenedores como un lugar de gran valor en términos inmobiliarios, mientras que para nosotros también tiene un gran valor pero referido a las cuestiones medioambientales, como espacio abierto de la Ciudad.

¿Sobre qué bases centró esa postura?

No se pueden tocar temas como este de manera circunstancial y aislada porque cuando ves la costa de la Ciudad de Buenos Aires, te das cuenta que a lo largo de los años los gobiernos colocaron barreras para acceder a costanera: un tren; un puente; el Parque de los Niños que tiene un paredón donde según la altura del río se lo puede ver pero sin más relación que eso; el lugar que se está construyendo para el Tiro Federal; hay un espacio que disputa la UBA donde está el liceo naval; el club CUBA; ciudad universitaria; el aeroparque de la Ciudad, que cuenta con un mayor número de personas que lo frecuenta anualmente comparado con el Aeropuerto de Ezeiza; el puerto; Buquebus; la Asociación de Aves con un paredón que te lleva a la reserva ecológica.

¿Cuál fue su propuesta?

Es insostenible que no haya acceso a la costa para las 3 millones de personas que duermen en la Ciudad, más otras 3 o 4 millones que ingresan todos los días. Además como mínimo hay que pensarlo de forma integral, es decir, la Defensoría propuso la creación de una autoridad de intervención sobre la costa del Río de la Plata desde Tigre hasta La Plata. Sin necesidad de nombrar funcionarios, pueden ser los encargados del Ministerio de Medio Ambiente u Obras Públicas de cada distrito, el Gobernador de la Provincia sumado el Jefe de Gobierno de la Ciudad, y al Presidente, para que definamos una costa abierta para todos los vecinos que constituyen el AMBA en donde viven 12 millones de personas. Aprovecho que siempre usan una comparación con otro lugar del mundo cuando quieren implementar alguna política, y no me voy muy lejos, tengamos por caso lo que ocurre en Montevideo que cuando salen de trabajar van a tomar mate a la costa, eso es tener una relación entre las personas y el río. Los porteños no tienen relación con el río.

Desde hace décadas que se repite la frase “la Ciudad crece de espaldas al río”… 

No hay ninguna duda que la Ciudad desde sus orígenes tuvo como asiento el puerto, algo poco razonable porque cuesta mucho su dragado. Por intereses los gobiernos fueron construyendo cerca del puerto, y construyeron una central de energía, areneras, un aeroparque, hasta la ciudad universitaria. Después el tren, la autopista Lugones, el Paseo del Bajo. Hay que romper con los obstáculos, es decir, generar accesos. Si seguimos entregando espacios para poner cemento lo único que hacemos es evitar que la gente cruce el río, y mientras miramos fotos de la gente en Vicente López que solamente cruzando la General Paz están disfrutando de su playa.

Mientras por un lado se permite la edificación de torres en lo que antes eran ´zonas bajas´ por el otro hay una gran cantidad de viviendas ociosas, ¿Fue variando la cantidad de habitantes en el último tiempo?

El número de habitantes de la Ciudad es casi el mismo del que teníamos en 1950, el censo de ese año cuando Juan Domingo Perón presidía el país y la Ciudad era municipio arrojó 2.800.000 personas, hoy el número está cercano a los 3 millones. En aquel momento el país tenía 16 millones y hoy 45 millones, si fuese proporcional la Ciudad debería tener casi 9 millones y no sucede eso porque solo hay 12 mil manzanas. Esto es interesante, cuando el espacio es acotado se comienza a construir en vertical y eso obliga a definir qué ciudad se quiere, eso aún no está definido. Se discuten negocios inmobiliarios y se impone el criterio del mercado, yo creo en un Estado que regule poniendo controles cuando necesitamos tener más metros cuadrados por persona. La Defensoría tiene un lema que es “más verde menos cemento” porque tenemos que avanzar en ampliación de espacios verdes, en definitiva eso significa mejorar el estilo de vida y es a lo que apuntamos.

¿Durante el 2020 la Defensoría tuvo que reinventarse también como órgano de control?

La Defensoría no sólo es un órgano de control, en realidad esa es una de las tantas misiones que tiene según la Ley N°3 de la Constitución de la Ciudad, en una situación de pandemia entiendo al Estado complementandose y yo creo en el diálogo y la medición como respuesta. Estuvimos en comisarías, cárceles, centros de salud, cuarteles de bomberos voluntarios, se establecieron los protocolos para los comités de crisis, para los hogares de niños y niñas. Con la pandemia nos pusimos como criterio central cuidar a los que nos cuidan.

En línea con ello, ¿Cómo planifican cuidar a las personas que asisten presencialmente a las instituciones educativas?

En la educación hacemos un programa de control y seguimiento para asegurarnos que funcionen los protocolos para cuidar a los que estudian y a los que enseñan. Si los hospitales aplicaron protocolos estrictos, naturalmente, en las escuelas tenemos que tener el mismo criterio. Ha habido debates importantes con críticas y propuestas pero lo importante es que haya clases bajo un absoluto criterio de garantías para quienes concurran, la Defensoría tiene la obligación de preservar esa seguridad. Visitamos, controlamos y hablamos con las autoridades para que se aplique con rigidez los protocolos.

Profundizando más en su persona, ¿Cómo le caen las declaraciones de actores políticos, que quizá por una cuestión partidaria, despotrican contra una vacuna? 

No entro en debates políticos con nadie, en democracia cada uno dice lo que quiere siempre y cuando lo dicho sea dentro de la legalidad. Hay que tener cuidado con las cosas que decimos cuando tenemos determinada responsabilidad, cuando la opinión es seguida por la sociedad. En ese sentido se está librando en el mundo una especie de guerra fría entre los laboratorios y los países donde estos laboratorios tienen sus casas matrices y debe ser uno de los negocios más grandes de la historia. Acerca de la Sputnik V ha salido publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet todos los resultados del Instituto Gamaleya, más allá de eso, Argentina trabajó con Oxford-Astrazeneca. Ahora bien, naturalmente existe un problema de desabastecimiento, y estamos conviviendo con una compleja realidad de contagio y vacunación. 

En todos los países…

Eso genera tensiones a nivel mundial y obviamente hay que agilizar la producción de las vacunas, en definitiva, es tener una estrategia global. Mientras que la pandemia es cuando una enfermedad ataca a todos los continentes, esta es la primera en la historia de la humanidad que atacó a todos los países. Por eso, sería bueno que Naciones Unidas se de cuenta que hay una pandemia y convoque a todos los Gobiernos para que exista un plan de apertura de fórmula de la vacuna para que todo el planeta tierra lo pueda hacer en sus laboratorios. Si no puede cumplir con ese objetivo, al igual que nunca cumplió con el objetivo de frenar guerras, ni de frenar el hambre en los países pobres, su papel es muy triste. Se necesita el esfuerzo en conjunto de todos los países, es el desafío en común que tenemos todos porque la Covid-19 no discriminó y a todos los atacó por igual.