Finalmente se firmó aquel fallo escrito desde hace tiempo. Cristina deberá pagar una pena por una causa plagada de irregularidades, para decirlo técnicamente sentenciada por una justicia travesti de payasos que gustan de vestir con toga.
Como todas las instituciones distan de ser lo que alguna vez fueron, la Corte Suprema no es ni la sombra de lo que fue. Históricamente rigió que a los cortesanos no los corría nadie, en realidad si, pero hacían ver que no.
Es decir, retrasaban fallos, causas que hacían dormir, eran tiempistas. Este caso fue un bochorno porque los tiempos se los marcaron desde afuera, tardaron 54 días en tratar un caso postergando otros 7 años, por ejemplo. ¿Pueden hacerlo? Por supuesto, es poco claro. Sobre todo tratando un caso en que se le da validez a una investigación falsificada.
Sobre un tema ya juzgado, con el 98 por ciento de las obras realizadas, con una inclusión de mensajes en los alegatos sin convidar de aquellos textos a los testigos para que lo puedan aseverar o desmentir, una política de gestión aprobada por ambas cámaras y cuya administración recae los Jefes de Gobierno desde 1994, y sólo amparados en un decreto en el que Cristina giraba fondos para inyectar guita a todas las provincias y que los fiscales interpretaron que era puntualmente para Lázaro Baez.
Pero tampoco es anormal que ocurra esto (el fallo erróneo) lo novedoso es que la Corte se deje apretar así.
Siete Presidentes tuvieron el apoyo del PJ detrás. Perón, Isabel, Menem, Duhalde, Néstor, Cristina, y Alberto.
De esos siete, cuatro fueron en cana, el General en la Isla Martín García y luego proscripto; Isabel presa por los militares, Menem dos veces: primero por los milicos en Las Lomitas y luego en democracia, y ahora Cristina. Tres de los cuatro con causas amañadas. Si sos Presidente por el peronismo tenés altas chances de caer en cana.
Cristina tuvo malas elecciones en los últimos años con respecto al tema, la decisión de Alberto para encabezar la fórmula fue en gran parte por su buena relación con Clarín y los jueces. No gravitó con ninguno de ellos, y si lo hizo quizá pensando que era su forma de controlar a Cristina no avanzó con nada.
El armador judicial de Cristina era Wado de Pedro, hoy no lo vemos ni en figuritas, se ve que no tejió buenos lazos.
Hubo legisladores serviles al poder, que aplaudían cuando el Frente de Todos era Gobierno e insultaban a todo opositor a Cristina, pero que sentaron la cola para votar ser funcionales.
¿Se acuerdan de Martín Soria? Se los comía crudos con enérgicos discursos y le dio afonía cuando tuvo un cargo ministerial en justicia.
Todos ellos son responsables de la decadencia, por acción u omisión.
Los jueces no responden al poder político actual sino al poder real. De qué sirve el “Che Milei” si el león avanzó con todo, contra todos y no fue como se estipulaba un acuerdo para rivalizar en el que se garantiza que no iba a ir presa. ¿Para qué le hablo al mono si el dueño del circo era otro?
Quien maneja los jueces y los medios en Argentina es Mauricio Macri. Esta condena está claro que no le sirve a Cristina, pero mucho menos a Milei que venía ganando en todas las elecciones. Equipo que gana no se toca. ¿Cómo va a meterse con la oposición si es negocio que sigan peleando?
Después de bastardear a Macri y encima ganar sin él, el vengativo calabrés tranquilamente puede reagrupar a toda la oposición y moverle el tablero a Milei haciendo que tenga que volver a negociar listas con él o pierde.
Después de que los libertarios digan que les chupa una parte la opinión de los kukas no pueden hacer otra cosa que festejar la medida.
Construyeron su identidad de esa forma pero creanme que verdaderamente no están contentos.
La moneda estaba cayendo de un lado y ahora un soplo de viento hizo que nuevamente gire en el aire y ya no se sabe de qué manera va a caer.
Y encima endeudados hasta la médula para ganar unas elecciones que ahora están más abiertas que nunca.
La oposición que estaba muy dividida ahora si se mueve de una manera inteligente queda unificada.
Acá hay gato encerrado.