Investigamos desde la Gaceta el origen de la calle Gallardo.
Cansados de que al mencionarla nos consulten por Ángel Gallardo
decidimos saber la historia del ilustre ¿desconocido? que le puso el
nombre a una arteria del barrio.
Para remontarse al origen de esa calle hay que viajar en el tiempo
muchos años, tantos casi como los orígenes del viejo loteo de Monte
Castro, luego subdividido varias veces, y hoy conocido como
Versailles.
Es decir, Gallardo hoy cuenta con 16 cuadras. De las cuales sólo 3
están comprendidas entre Juan B. Justo y Rivadavia.
La ordenanza por la cual establece su nombre es del 28/10/1904. En
ese momento, aun la actual corría el arroyo Maldonado por la actual
avenida Justo, ni siquiera existía el trencito (inaugurado tiempo
después, en 1911). Es decir, originariamente eran las 13 cuadras
ubicadas entre las actuales Gral. Paz y Juan B. Justo. Luego
llegaron las 3 calles faltantes para unirlas con Rivadavia dónde las
arterias cambian de nombre.
Es uno de los nombres de calles más antiguos del barrio, sin
embargo, anterior a ello se iba a llamar Álvarez Prado, en honor al
militar argentino que participó en la guerra de independencia de la
Argentina y en las guerras civiles de ese país en la provincia de
Jujuy.
Cuando decimos que “se iba a llamar así” es porque si bien se
pretendía establecer ese nombre nunca se concretó.
Para ser claros, existen loteos de la zona en 1904, 1907, y 1916 que
marcan la calle con el nombre Álvarez Prado, aunque en verdad se
llamara Gallardo.
Guardan una similitud Álvarez Prado y Gallardo: su nombre de pila
era Manuel.
La duda más común en los foráneos al barrio es confundirse nuestro
Manuel Gallardo con Ángel Gallardo. Sorprendentemente la calle que
lleva el nombre por el naturalista y ministro de relaciones
exteriores de Argentina, Ángel Gallardo, sólo cuenta con 10 calles.
Por ende, es más corta que la que tenemos en Versailles, sucede que
es más céntrica y una avenida con estación de subtes incluida.
Por su lado, Manuel Gallardo fue un abogado, funcionario, periodista
y legislador argentino.
Previo a su nombramiento por el Consejo Deliberante de Buenos Aires
hubo quienes lo querían denominar Urdaneta, por el militar y
político venezolano Rafael José Urdaneta Farías, prócer de la
Independencia de Venezuela, el «más leal de todos los leales a Simón
Bolívar» y el último presidente de la Gran Colombia.
Un poco más de la historia de Manuel Gallardo:
Manuel Bonifacio Gallardo fue un abogado, funcionario, periodista y
legislador argentino. Fue miembro del Congreso que dio sanción a la
Constitución Argentina de 1826 y designado para integrar la Corte
Suprema de Justicia de la Nación surgida de la Constitución
Argentina de 1853. Fue el primer Asesor Legal de la Municipalidad de
Buenos Aires.
Nació en la ciudad de Buenos Aires el 5 de junio de 1793, hijo de
Félix Antonio Gallardo y de Paula Francisca Planchón Illardi
(1768-1855).
Se recibió de Bachiller en Leyes en la Universidad de Córdoba en
1802. Efectuó tres años de prácticas en el estudio del padre Félix
Frías y tras los exámenes correspondientes obtuvo el título de
abogado.
Tras graduarse regresó a su ciudad natal y combinó el ejercicio de
su profesión con la actividad política y administrativa. Se casó en
agosto de 1818 con Manuela Cárdenas en la Iglesia Mayor de Buenos
Aires y entre ese año y 1820 actuó como secretario del Cabildo de
Buenos Aires.
El 30 de marzo de 1821 fue nombrado asesor de la aduana de Buenos
Aires, luego Asesor del Gobierno y Auditor de Guerra y Marina hasta
1822, y diputado entre 1824 y 1827.
En Buenos Aires fue amante de Trinidad Guevara Cuevas (1798-1873),
la más famosa actriz de la época en el Río de la Plata, y para 1827
vivía separado de su esposa en una casa heredada por su madre del
canónigo José León Planchón, en la calle Victoria.
Firme adherente al partido unitario, integró el Congreso General de
1824 en representación del territorio desmembrado de la Capital
(bajo control del gobierno nacional). Gallardo desarrolló una
destacada labor en el marco de los trabajos del Congreso General
Constituyente, siendo uno de los redactores y firmantes de la
Constitución de 1826.
Además, fue presidente de la Academia de Jurisprudencia
Teórico-Práctica durante varios períodos..
Fue colaborador y redactor en los principales periódicos afines a su
partido de la época:
El Constitucional (diario comercial y político): Dirigido por José
Joaquín Mora (Cádiz, 1783-Madrid, 1864), apareció el 20 de abril de
1827 y publicó su último número el 25 de octubre de 1827. Fueron en
total 147 números en los que se atacaba a los federales. Manuel B.
Gallardo fue colaborador.
El Porteño: Publicó su primer número el 28 de octubre de 1827 y el
último el 16 de noviembre de ese año. Impreso en la Imprenta del Río
de la Plata tuvo 6 números y un prospecto. Manuel Gallardo y Juan
Cruz Varela eran sus redactores.
El Granizo: Tuvo 11 números, que aparecieron entre el 29 de octubre
y el 10 de noviembre de 1827. Tenía como redactores a los hermanos
Florencio, Jacobo y Juan Cruz Varela. Gallardo y Francisco Pico
fueron colaboradores de este medio, de corte netamente unitario y
desde el cual se atacó duramente al gobernador Manuel Dorrego.
El Tiempo (diario político, literario y mercantil): Impreso en la
Imprenta Argentina y del Estado entre el 1 de mayo de 1828 y el 1 de
agosto de 1829, publicó 342 números y un prospecto. Eran redactores
los hermanos Juan Cruz y Florencio Varela, Manuel Bonifacio Gallardo
y Valentín Alsina. Unitario, combatió permanentemente al gobernador
Dorrego.
El Pampero: Gallardo fue su único redactor. Publicó 107 ejemplares y
un suplemento entre el 17 de enero y el 27 de junio de 1829, cuando
fue clausurado por Juan Manuel de Rosas. De carácter polémico, fue
el último medio unitario de la época publicado en Buenos Aires.
Fue uno de los principales promotores y consejeros del golpe militar
del 1 de diciembre de 1828 y del gobierno del general Juan Lavalle,
a quien en carta personal felicita por su triunfo en la batalla de
Navarro. En 1829 fue brevemente vocal del Consejo de Gobierno de
facto.
Tras asumir el poder Juan Manuel de Rosas, en 1830 emigró a
Montevideo donde continuó ejerciendo su profesión y combatiendo
desde la prensa al nuevo gobierno. En 1838 integraba la Comisión
Argentina de exiliados cuando fue expulsado del país por Fructuoso
Rivera, debiendo entonces instalarse primero en Florianópolis, Santa
Catarina (Brasil) y luego en La Serena (Chile), donde en enero de
1851 casó con Josefa Vigue.
De acuerdo a lo previsto por la Constitución Argentina de 1853, el 6
de agosto de 1854 Justo José de Urquiza designó a los primeros
integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina,
que debían asumir el 27 de octubre de 1854. Estos eran Gabriel
Ocampo, José Roque Funes, Francisco Delgado, Martín Zapata, Facundo
Zuviría, Bernabé López, José Benito Graña, Nicanor Molinas y
Baldomero García. Dado que sólo tres se encontraban en Paraná, sólo
pudo constituirse la Cámara de Justicia, organismo que funcionaría
hasta tanto la Corte pudiera operar. El 20 de febrero de 1855
Urquiza designó a Baltasar Sánchez, Manuel Lucero, Juan Francisco
Seguí y a Manuel Bonifacio Gallardo como nuevos integrantes.
En marzo de 1856 cruzó desde Copiapó la cordillera de los Andes
instalándose en una Buenos Aires en rebeldía con la Confederación
Argentina por lo que nunca se integró a su puesto en el Supremo
Tribunal, el cual por otra parte jamás llegó a operar. Tras la
reforma constitucional, el 30 de octubre de 1860 Santiago Derqui
dejó sin efecto las designaciones.
El 18 de diciembre de 1857 Gallardo asumió como primer Asesor Legal
de la Municipalidad de Buenos Aires.
Falleció el 2 de agosto de 1862.
Por Decreto Municipal 13.636/57 y en el marco del centenario de su
nombramiento como asesor legal se colocó una placa en la sede de la
entonces Dirección General de Asuntos Legales de la ciudad de Buenos
Aires y según lo dispuesto por la Resolución P.G. Nº 158/95 el
Organismo de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
dispuso que el día de su nombramiento fuera adoptado como Día de la
Procuración General.