El lobby farmacéutico se cobró otra víctima, el dr. Oscar Trotta,
férreo opositor al sistema privatista fue despedido como Director
del Hospital Garrahan, tras oponerse a varias avanzadas contra el
sistema público.
¿Te tomó de sorpresa, o fue la crónica de un cesanteo anunciado?
No, la verdad que me tomó de sorpresa, me avisaron el mismo día que
fui cesanteado. Lo que sí es cierto es que son hechos que se vienen
repitiendo, en días pasados habían solicitado la renuncia al
director del Hospital del Cruce, después habían cesanteado a la
directora de la Maternidad “Estela Carlotto” de Moreno, y así
sabíamos que todos aquellos funcionarios que no se ajusten al plan
privatista, de ajuste y achicamiento del Sector de Salud Pública,
pueden sufrir las consecuencias que me tocó sufrir a mí.
¿Cúal fue la razón de tu destitución?
Existieron hechos que fueron muy conflictivos porque simbolizaron el
avance directo sobre la función social del hospital. No se suspendió
el servicio pero sí se intentaba cambiar nuestro proveedor de
satélite que iba a ser ARSAT I, satélite nacional, por una propuesta
de contratar la frecuencia de satélite de una empresa multinacional
francesa, que puso dos satélites en órbita y se nos exigía contratar
esa frecuencia. Me opuse porque ya habíamos preparado el convenio
para tener la frecuencia del satélite nacional.
La otra situación fue un intento de cierre del servicio nada menos
que de trasplante cardíaco, de cirujanos muy reconocidos. Querían
sumirlo al servicio de cardiología general, es decir unificar dos
servicios y meter el trasplante cardiaco dentro de lo general. Eso
también tuvo la férrea oposición de los médicos, del gremio UPCN y
también por parte mía. Lo que termina de desencadenar la situación
fue la llegada de una comitiva del Ministerio de Salud de la Nación
pidiendo al Garraham que se haga un rendimiento trimestral de la
ejecución presupuestaria, cosa que nunca se hizo en 30 años en el
hospital. Que tiene una autarquía. Recibimos alerta de la gerencia
contable de profesionales de hace muchos años el hospital que cumple
30 años.
Esta posición del Gobierno, de que esta es una cuestión
político-electoral son las cosas que nos alertaron trabajadores del
hospital de toda la vida, sin ningún interés político ni electoral
sino simplemente por el hospital.
Desde el gobierno entienden otra lógica, un Estado pequeño, chico,
que derive todo al sector privado y eso no asume las
responsabilidades de políticas públicas para la salud de los más
vulnerados. Hay intereses que tienen que ver con el sector
empresario que van a obstaculizar cualquier avance de política
sociales y empoderamiento de la población.
Por último el médico dijo que confía en que los trabajadores del
Garraham “no van a permitir atropellos” y reconoció que estas
cuestiones tienen que ver con el disciplinamiento hacia abajo.