La peregrinación a Luján más numerosa de los últimos años

En la 51 edición de la masiva caminata. La actividad se inició con una misa central en el Santuario, la cual fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.

La 51 edición de la peregrinación anual hacia la Virgen de Luján se celebró este fin de semana, con miles de devotos que caminaron desde distintos puntos del país hasta la Basílica de Nuestra Señora de Luján. El lema de este año es: “Madre, danos amor para caminar con esperanza”.

Los que salieron a pie completaron los 60 kilómetros desde el Santuario de San Cayetano, aunque depende del punto de partida algunos lo hacen más cerca de la Basílica, las jornadas se extendieron durante toda el sábado (se repite la modalidad que viene aumentando con el correr de los años, la partida a las primeras horas del sábado). La actividad se inició con una misa central en Liniers, la cual fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva. Los grupos caminaron por la Ruta Nacional N°7 hasta llegar al centro de la ciudad de Luján. En cada etapa se dispusieron 58 puestos sanitarios, 14 espacios de apoyo a lo largo del recorrido, abastecimiento de agua y alimentos gratuitos, para quienes necesitaran descanso o atención médica. Además, la empresa AySA montó un operativo especial con 12 camiones cisterna para abastecer de agua potable a los fieles durante toda la caminata.

Los peregrinos durante la noche encendieron una vela en señal de oración y también en la Basílica se podía dejar donaciones de alimentos no perecederos, que van a ser destinados a organizaciones sociales.

Recordemos que la primera edición de la caminata se realizó en 1975, cuando un grupo de jóvenes de movimientos juveniles, junto a sacerdotes, emprendieron la caminata hacia el santuario de la Virgen de Luján para repartir su fe. Esta caminata se dio en medio de la tensión política y social que generaba la última dictadura militar, el lema fue «la juventud peregrina a Luján por la patria». Así, fue como comenzó lo que hasta hoy es un acto de fe popular con participación masiva todos los años.

Pese al calor de la tarde y la lluvia de las últimas horas, una multitud de devotos completó la 51° Peregrinación, y en la misa central el Arzobispo de Buenos Aires emitió un mensaje de realismo y esperanza ante la adversidad que atraviesa el país.

Cuerva sentenció que a muchos argentinos “les pesa la pobreza y las consecuencias del narcotráfico”, pero llamó a la feligresía a no rendirse ni tomar “atajos tramposos”. “Hay muchos hermanos en nuestro país que ya no tienen fuerzas para seguir, que sienten el peso de la pobreza, del narcotráfico, de la enfermedad y la soledad”, afirmó García Cuerva ante los miles de fieles congregados.