A menudo se escucha la frase futbolera “dos cabezazos en el área es
gol”, no hay razón científica para eso. Es una sentencia breve en la
cual se expresa un pensamiento, lo que se conoce como apotegma, en
política sobran.
Quien no tenga conocimientos de climatología evitará hablar de
cantidad de mm de lluvia, o de los motivos de las precipitaciones,
sólo dirá que siempre que llovió... paró.
Quienes poco conocen de política se remiten a otro apotegma “los
gobiernos no peronistas difícilmente terminan su mandato”.
¿La modificamos? Los gobiernos, indistintamente del signo político
difícilmente terminan su mandato.
Un paréntesis antes de continuar, no es por alarmista sino por un
hecho fáctico. La frase es completamente malintencionada, porque da
a entender que si los no peronistas no terminan es porque hay una
mano negra justicialista detrás de los golpes.
Algo medio falaz, y medio porque se lo mira con un solo ojo. Ese es
el sentido, el sesgo impuesto en ese apotegma.
No remite análisis, que no se enteren que el General sólo terminó
uno de los tres mandatos para el que fue electo porque les agarra un
ictus. O quizá lo saben… o peor lo ignoran.
“El único Presidente no peronista que terminó su gestión después de
Alvear fue Macri”, dijeron. Si, es verdad. Pero contemos todos los
Presidentes democráticos para saber cuántos terminaron su mandato…
¿Vamos?
Desde la Ley Saenz Peña que puso a Yrigoyen en 1916 como primer
Presidente electo por el voto secreto y obligatorio (aun no
universal, porque las mujeres estuvieron excluidas hasta que triunfó
el peronismo).
Él terminó su primer mandato, y lo sucedió Alvear quien también lo
culminó en 1928.
Llegaría en 1952 nuevamente un hecho similar cuando Juan Domingo
Perón llegó a término. Sin embargo llegaron los bombazos y su
segundo mandato quedó trunco.
Desde ese año: militares (obviando los autogolpes porque sólo
contamos los gobiernos democráticos que no terminaron), radicales,
militares, Cámpora, Lastiri, Perón, Estela Martinez, ninguno termina
el mandato.
Otra vez los militares, la pelea Onganía y Aramburu ahora tenía en
el ring a Viola y Galtieri.
Alfonsín, tampoco termina el mandato.
Es recién desde 1952, Carlos Menem el primer Presidente que en 1995
termina su mandato. Y para el asombro de la historia fue el primer
mandatario en la historia democrática Argentina que culminó su
segundo mandato en 1999.
De la Rúa y el avión, Rodriguez Saa y la sombra cabezona de Banfield.
Duhalde y Kosteki y Santillan.
Llega Néstor, quien termina en el 2007 con el 80 por ciento de
aprobación. Llega Cristina y corre a Menem, entre otras cosas, de
ser el único mandatario en terminar dos gestiones...se fue con una
plaza llena a horas de convertirse en calabaza.
Macri también finalizó su mandato y pareciera que es porque lo
urgente tapa lo importante que parecería cosa de todos los días
culminar la gestión. En síntesis, a quien diga que Macri fue el
primer Presidente no peronista desde 1928 en terminar hay que
decirle que tiene razón, pero que no se olvide que en 103 años de
democracia cumplidos en el 2019, sólo terminaron 8 Presidentes. Dos
de ellos tuvieron reelecciones que llegaron a buen término como
Menem y Cristina.
Pero son verdaderamente muy pocos. Promover la desestabilización en
la actualidad es imprudente, y un acto que refleja la acefalía de
materia gris. Sería entendible la crítica si el pueblo pasa hambre,
si se acuerda quita de derechos, en fin, mil cosas que cuestionamos
inclusive desde los micrófonos de Comunas AM. Pero de que el dólar
blue está a quichicientos pesos, que no hay defensa de la propiedad
privada, que los Etchevere son buenitos, y la última, que la carta
de Cristina es golpista, ya es mucho.
Comencé diciendo un apotegma futbolístico, también se dice que
cuando un jugador está teniendo un partido pésimo el DT no lo saca
porque sería quemarlo. Todos los ministros el día que llegó la carta
de Cristina fueron a trabajar sabiendo que cuando termine la jornada
iban a seguir en su cargo, no los iban a tocar en el momento en que
los pongan en el centro de la escena.
Al menos puso a resguardo al gabinete de pandemia hasta que llegue
en un tiempo no muy lejano llegue el gabinete de la vacuna.