En el inicio de las eliminatorias, y con un partido muy flojo, a la
Selección le alcanzó el gol de penal de Lionel Messi para superar a
un débil Ecuador.
En el inicio de juego, a los 10 minutos y en medio de una marcada
paridad, una recuperación alta de Lautaro Martínez en campo rival
derivó en la apertura del marcador: Pervis Estupiñán derribó a Lucas
Ocampos tras un desborde del extremo por la derecha y el árbitro
chileno Roberto Tobar no dudó en sancionar el penal. Luego, Lionel
Messi lo cambió por gol.
El encuentro tuvo una pesada dinámica, con mucha fricción y poco
fútbol. El juego fue aburrido y apático, con pocas emociones y
escasos chispazos individuales. La Argentina terminó dependiendo de
algún quiebre o despegue de Messi para generar peligro y se amparó
en el gran despliegue y la constante actitud de todos los jugadores
del equipo para sostener el resultado.