Los casos en residencias de
Belgrano y Parque Avellaneda encendieron la alarma por las casi 500
instituciones para mayores que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Los
dueños de los establecimientos piden “un protocolo claro” y ayuda
estatal.
Esta semana se conocieron casos de coronavirus positivos en al menos
dos establecimientos, en Belgrano y Parque Avellaneda. Y es
imposible no pensar en lo que pasó en Europa en los países de España
o Italia, en donde las residencias para mayores fueron golpeadas por
la enfermedad.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para
Europa, Hans Kluge, aseguró que la mitad de las más de 100.000
muertes en el continente por coronavirus ocurrieron en geriátricos,
algo que calificó de "tragedia inimaginable" que podría evitarse en
el futuro con mejoras en esos centros.
En una declaración a la prensa en Ginebra, el doctor Kluge dijo que
una situación "profundamente preocupante" está saliendo a la luz
respecto del impacto del coronavirus en residencias para ancianos,
donde los cuidados han sido "a menudo notoriamente olvidados".
El funcionario agregó que los empleados de muchos geriátricos
europeos tienen un exceso de trabajo y una mala remuneración, y
pidió que se provea de vestimenta de protección y mayor apoyo a
estas personas, a las que calificó de "los héroes no celebrados" de
la pandemia.
El martes por la noche, un geriátrico del barrio porteño de Belgrano
fue desalojado y clausurado a raíz de un contagio masivo de
coronavirus entre los empleados y los residentes del lugar. Se trató
de la residencia para mayores Apart Incas, ubicada sobre la Avenida
de los Incas al 1000, en la esquina con la calle Zapiola, donde
–trascendió– viven 29 adultos mayores. Y este mediodía, en el hogar
San Lucas, un geriátrico del barrio porteño de Parque Avellaneda, se
confirmó que una persona murió por coronavirus y otras siete están
contagiadas.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, anunció que “la Ciudad
va a tomar acciones penales contra el geriátrico” Apart Incas del
barrio porteño de Belgrano, donde se contagiaron de coronavirus “14
adultos mayores que residen allí y 4 trabajadores”, y que fue
clausurado anoche tras la evacuación realizada por el SAME.
“El geriátrico no dio una respuesta apropiada para hacer las
derivaciones. Hicimos la evacuación, se clausuró el geriátrico. Se
van a iniciar acciones penales contra el geriátrico”, dijo el
funcionario esta mañana en conferencia de prensa. Por su parte, el
jefe de los fiscales de la Ciudad, Juan Mahiques, aseguró que en
principio se están investigando a los propietarios y autoridades del
hogar de adultos mayores para saber el grado de responsabilidad que
tienen. “Después se va a saber si a algún funcionario de la Ciudad
también le cabe alguna responsabilidad”, señaló.
Sin embargo, desde Geriátricos de Buenos Aires, un grupo de 70
establecimientos geriátricos de la Ciudad, manifestó a las
autoridades sanitarias, a los ministerios y municipalidades de la
Ciudad, su extrema preocupación por la situación en la que se hallan
los establecimientos geriátricos en cuanto al COVID-19,
especialmente por tratarse de la comunidad más sensible y expuesta.
“Desde que comenzó la pandemia y en particular desde que se
declarara la cuarentena no hemos recibido respuesta sobre los
asuntos más relevantes para el manejo de nuestros centros. Nuestra
preocupación creció aún más cuando vimos cómo se manejan casos
sospechosos o positivos de COVID-19, casos conocidos diariamente por
todos los medios y redes sociales, en los que se producen fallas y
luego evacuación por completo de residencias, atentando contra el
sistema hospitalario, generando pánico entre clientes, familiares y
los propios directores de las residencias geriátricas, lo que podría
dar lugar a que se tomen decisiones erróneas y por este temor un
familiar o centro oculte, no denuncie o maneje esta situación de
manera incorrecta con nefastas consecuencias. Lo que en efecto ya
puede estar sucediendo”, explican en el comunicado.
“Nos encontramos ante una pandemia incontrolable -sostienen-, que a
hecho estragos en los países centrales, colapsando el sistema
sanitario y la contención de las residencias de ancianos y debe
quedar claro que nosotros no seremos la excepción y que eso tampoco
nos convierte en asesinos. Hemos solicitado por todos los medios que
el estado nos ponga como prioridad y que no se nos estigmatice si
sufriéramos contagios en nuestras instituciones, puesto que es muy
difícil saber por dónde entra o aun sabiéndolo, cómo actúa un virus
desconocido. Hacemos todo lo que esta a nuestro alcance pero debe
saberse que no garantiza que podamos evitar el contagio”..
Desde los distintos establecimientos aseguran que las residencias se
quedan sin personal para atender a los pacientes, por enfermedad,
por presunción, por precaución o por temor, a lo que debe sumarse
también los empleados que ya se encuentran de licencia por ser
personas de riesgo como diabéticos, hipertensos, mayores de 60 años,
etc. Por ello, reclaman “un protocolo claro y asistencia inmediata
en caso de baja simultanea de varios empleados vinculados a la
atención, kits/test para el personal, una bolsa de trabajo con
capacitación a voluntarios, reservistas, beneficiarios de planes
sociales y asegurar dotaciones para casos de emergencia”.
Además de las recomendaciones generales, en los geriátricos deben
cumplirse cuidados más específicos. Así, se suspendieron los
talleres y actividades recreativas y las visitas externas. “Las
residencias nos hemos cerrado ajustándonos a las medidas propuestas,
impidiendo en la mayoría de los casos todo ingreso de extraños,
proveedores, prestadores externos o visitas, sin embargo, esto está
generando inconvenientes con los familiares y lo que es más
importante, un aumento de la ansiedad del residente, amplificando
patologías psiquiátricas preexistentes y deteriorando notoriamente
su salud, los cuales incluso llegan a negarse a la ingesta de
líquidos y alimentos para forzar el ingreso de un familiar”,
advirtieron.
“Nuestro interés es evitar el peor escenario y reducir tragedias con
alta probabilidad de ocurrencia y que luego se nos señale a las
residencias como irresponsables o improvisados. Deseamos valorizar
nuestra actividad, de la que nos sentimos orgullosos. Apelamos a la
urgente respuesta. Tenemos en nuestras manos la oportunidad que
otros no tuvieron, hagámoslo bien. Estamos a disposición de este
Ministerio para ajustarnos a lo que la circunstancias demanden”,
concluyeron.