26/03/2018
TODAVÍA ESPERAMOS
Un nuevo 24 de marzo se conmemoró en la Comuna. El Día Nacional de
la Memoria por la Verdad y la Justicia sumó un capítulo a la eterna
lucha de recordar lo sucedido en la última dictadura cívico-militar
y gritar: ¡Nunca más!
El viernes 16 se realizó una marcha en la Comuna 10, con el consejo
consultivo comunal, como parte del encuentro que intentó unir como
símbolo del mismo dolor los ex centros clandestinos de detención,
tortura, y exterminio “CCDTyE Olimpo” y “CC Automotores Orletti”.
A nivel nacional se realizó una convocatoria masiva en Plaza de
Mayo, el mismo sábado 24. Aunque al día siguiente el diario de mayor
tirada nacional haya descrito a aquella marcha como “Kirchnerista”,
en la calle se vio demostrada que fue un momento abocado plenamente
a la memoria, y del cual participaron desde muchos espacios
políticos excepto del oficialismo. Todos los sectores unificaron el
horario de la marcha, al no haber un acto oficial.
Tras años de marchas separadas, este acto a los 42 años de la
declaración del último golpe militar se dio en un marco de armonía
entre los asistentes de diversas ideologías. Se mencionaron las
políticas de ajuste, y en especial que van en desmedro de los
intereses de los Derechos Humanos, que prevé el Presidente Mauricio
Macri.
Se recordó su frase en campaña de “terminar con el curro de los DD
HH”. Los oradores hablaron del negacionismo histórico instalado
desde los funcionarios que relativizan el número de desaparecidos,
el concepto jurídico con el cual pretender otorgar beneficios a
comprobados asesinos y despiadados torturadores, tales como la
prisión domiciliaria.
En el país del no me acuerdo, como aquella entrañable canción de
María Elena Walsh es posible que quienes pregonaban el nombre de
Jorge Julio López como una contraposición de Santiago Maldonado, hoy
no pongan el mismo énfasis en cuestionar el otorgamiento de
beneplácitos hacia Miguel Etchecolatz (se recomienda ver en you tube
cuando en el juicio que posiblemente le haya costado su próxima
desaparición, Julio López indicaba con lujos de detalles como
Etchecolatz pedía a los otros represores, ser él mismo quien lo pase
la picana porque le generaba placer).
Ni el sectarismo político que juega a ser oposición y critican lo
mismo que el oficialismo, ni los diarios que a sangre instalaron que
debe haber una conciliación entre las partes podrán frenar el pedido
de memoria, verdad y justicia.
Por Rodrigo
Marcogliese
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