La Directora General de Desarrollo Productivo, Claudia Calciano,
incorporó sus orígenes sindicales a su gestión en la Subsecretaría
de Trabajo porteño y habló de la actualidad gremial e interacción
con la integración laboral.
¿Qué desafíos se plantea en su gestión?
Creo en la política de empleo que llevamos adelante con inversiones
y capacidad de desarrollo de la Ciudad, visto que es la vidriera
Argentina ante el mundo considero importante generar
emprendimientos. Especialmente en la zona sur con el polo textil.
Buscamos que el desarrollo productivo no centre la atención en las
commodities solamente, sino en la producción genuina manufacturada,
para poder mover la industria y el mercado interno.
¿Cuál es el programa que están realizando para integrar a los
jóvenes en el mercado laboral?
Fomentamos unos desayunos de interacción pública-privada, donde
buscamos que vayan empresarios “ABC1” fundamentalmente, como también
las PYMES. Una de las cuestiones que más pedimos es readaptar las
competencias para generar una bolsa de trabajo muy competitiva como
la que existe en las redes ingresando a @trabajobuenosaires.
¿Cómo analiza el impacto en el trabajo con la incorporación de
nuevas tecnologías?
Creo que la tecnología es igualadora de oportunidades. Sabemos que
hay chicos que la manejas de taquito, y confiamos en que la
tecnología no saca empleo sino que aumenta su capacidad.
¿Cree que existe una falta de capacitación sindical?
Muchas cabezas de sindicatos no quieren capacitar a las bases, pero
las bases se quieren capacitar. Hay gremialistas que tienen
determinada visión de creer que el poder se maneja teniendo gente
que no sepa más que ellos, y eso no pasa por la edad. Desde mi
dirección estamos fomentando la formación de cuadros sindicales que
tengan que tener al menos un estudio terciario, y no sólo por su
tarea gremial, sino porque desde mi mirada todo compañero necesita
una superación personal. Es un gran déficit en el sindicalismo, y
con una reforma laboral pronta a surgir, en la que estamos mirando
el pelo en el huevo en vez de ver el espíritu de la norma, va a ser
crecer en competitividad.
Habló de la reforma laboral, y posiblemente será el proyecto de
mayor polémica en el segundo semestre ¿Qué cambios produciría?
Hay que leerla mejor. Tiene que haber cambios porque todo es
perfectible, pero en su espíritu no atenta contra los puestos de
trabajo. Hoy tenés un Presidente que abrió la Argentina al mundo y
esto es lo que se viene a nivel global. Hay flexibilizaciones que
son necesarias, y acá quiero dejar en claro que eso no significa
negrear como algunos quieren hacer creer…
¿Cuál es el beneficio y cuál el costo de “abrirse al mundo”?
Hay que incentivar lo nuestro, desde el calzado, el cuero, pasando
por una camisa o una remera; pero también fomentar la apertura de
mercado y estar incluidos mundialmente. El sesgo cuando quedas
aislado no es bueno, la contrapartida es ser competitivos. Aumentar
la mano de obra calificada implica conocer el mercado y saber sus
necesidades. Nosotros podemos, si somos inteligentes y creemos en la
cultura del esfuerzo no hay ninguna contra.