Hospitales y centros de salud porteños realizarán actividades
durante toda la semana. La leche materna es el único alimento que el
bebé necesita hasta los 6 meses de edad, luego se van sumando
progresivamente diferentes alimentos para complementar la lactancia
materna hasta los dos años inclusive.
Es importante para el bebé porque es el alimento más completo y
seguro, ya que tiene la composición justa para las diferentes etapas
de su desarrollo. Aporta toda la energía y nutrientes que el niño
necesita en sus primeros meses de vida y es de fácil digestibilidad
para el bebé.
Además, protege inmunológicamente; ya que rara vez el bebé
amamantado presente enfermedades infecciosas y crónicas, digestivas,
respiratorias, otitis o alergias. Además, ayuda a reducir la
mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia
tales como la neumonía y ayuda a una recuperación más rápida. Aporta
protección contra diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.
Permite un mayor desarrollo intelectual, psicomotor, emocional y
social.
También desarrollar una personalidad más segura e independiente,
menor incidencia de desnutrición infantil, muerte súbita, procesos
alérgicos y enfermedad celíaca, de problemas dentales y maloclusión.
En cuanto a la madre le aporta gran satisfacción emocional:
sentimiento de autoestima y valoración de sí misma como mujer.
Favorece el vínculo madre-hijo.
Disminución del riesgo de cáncer ovárico y mamario, recuperación
física más rápida, mayor espacio entre embarazos, menor riesgo de
padecer anemia, y de sufrir depresión posparto.
Los médicos recomiendan el vacío cuando retirás el bebé del pecho,
podés lograrlo colocando un dedo limpio en la boca del bebé para que
suelte suavemente el pezón; que elijas la posición que te resulte
más cómoda, asegurando que tu bebé abra bien la boca y cubra toda o
casi toda la areola con los labios.
En caso de que cause dolor comenzá a amamantar del pecho menos
dolorido y en la posición en la que te duela menos; no disminuyas la
duración de las mamadas; colocá unas gotas de leche sobre los
pezones y dejá que se sequen al aire; exponé los pechos diariamente
al aire y al sol; si el dolor persiste, consultá sin demora al
médico.
Especialistas aconsejan que el pecho no tiene horarios fijos, que el
bebé necesita abrazos, caricias, contacto y teta cada vez que lo
pide. Buscá una posición cómoda, por ejemplo en un silla con mucho
espacio a los costados y atrás, para poder colocar almohadas como
apoyo para tu bebé y tus brazos. Elevar tus piernas también puede
ayudarte.
Podés aprovechar la lactancia para mejorar tu alimentación. Incluí
en tu dieta frutas, carnes, vegetales, cereales, legumbres, leche y
derivados.
No es necesario esperar a que tu bebé llore. Cuanto más succione más
leche vas a tener.
También es importante la hidratación. Tomá mucha agua, jugos de
fruta naturales e infusiones.
Si tenés que salir durante algunas horas, es importante saber que la
leche materna se puede conservar en un recipiente limpio y tapado:
- Hasta 8 horas a temperatura ambiente, en el lugar más fresco de la
casa o del trabajo.
- Hasta 3 días en la heladera.
- Hasta 2 semanas en el congelador.
- Hasta 6 meses en un freezer.
Siempre entibiala a baño maría. Nunca la hiervas, ni calientes en
microondas. Desechá los sobrantes de leche.
Creá un espacio de amamantamiento tranquilo y cómodo donde te
sientas relajada. La teta es mucho más que el mejor alimento. Es
placer, contacto, consuelo y comunicación.