La literatura como una consecuencia de la realidad social o
viceversa, como antecesora de la sociedad. Nicolás Cuerpo nos invita
en esta columna a vernos reflejados en las páginas de novelas que
marcaron un punto de partida en la historia, muchísimos años después
que fueran escritas.
Tras el éxito de la popular serie de Netflix “Black Mirror”, las
personas comenzaron a pensar en cómo se fueron modificando sus
vidas, a partir de la crítica social que nos propone la serie a lo
largo de sus ya cuatro temporadas. Para quienes no hayan oído hablar
de la misma, trata de un futuro en el que los valores tradicionales
para relacionarse entre personas se fueron perdiendo, debido al
protagonismo que fueron ganando las tecnologías, y en algunos casos,
las redes sociales.
Pero ¿Es la primera vez que la ficción entra en esta sociedad
posmoderna?
Sin duda alguna, no. De hecho grandes escritores de principios del
siglo pasado creaban ficciones tan cercanas a la realidad de hoy en
dia, que ni ellos mismos podrían creer haber estado tan en lo
cierto.
Una de las obras a las que hago alusión es la novela 1984 escrita
por George Orwell entre los años 1947 y 1948. La misma propone un
mundo en el cual el sistema, llamado por el autor “Gran Hermano” o
“Hermano Mayor”, tenia todo tipo de información acerca de las
personas y controlaba todas sus acciones a tal punto de que las
mismas perdían su libertad… ¿No les resulta comparable con lo que
ocurre hoy en dia con las redes sociales? Hoy podemos saber donde
están nuestros contactos buscándolos en nuestros celulares o
computadoras.
¿Me van a decir que no podemos obtener más de unos cuantos datos de
alguien con el sólo hecho de ver su Facebook, Twitter o Instagram,
como por ejemplo, como esta compuesta su familia, si tiene pareja o
no, lugar de trabajo, dónde estudió, ideología política y religiosa,
gustos musicales o cinematográficos, qué hace en su tiempo de ocio,
donde pasó sus últimas vacaciones, y en algunos casos hasta lo que
almorzó o cenó.
Mientras otros servicios como Netflix (películas y series) y Spotify
(canciones), también nos obligan a crearnos una cuenta para poder
hacer uso de las mismas e ir seleccionando de acuerdo a los gustos
de cada uno, las opciones que preferimos del menú que nos ofrecen.
Nada raro… hasta que estos servicios llegan a recomendarnos
variables que podrían llegar a interesarnos en base a nuestros
gustos de las selecciones ya hechas anteriormente. Para concluir con
la idea de Orwell: Facebook, Twitter e Instagram son nuestras bases
de datos, mientras que Netflix y Spotify son quienes nos hacen cada
vez menos libres de elegir y pensar por nosotros mismos.
Otro escritor, quien no estaba tan errado, fue Ray Bradbury quien en
1953 publicó su novela Fahrenheit 451. La misma está muy asociada a
la prensa de hoy en dia, y el ejemplo más claro con el que la novela
se relaciona es la post verdad. En este libro, también trataba de
cómo se controla el pensamiento de la sociedad, y de ir suprimiendo
las libertades de elegir a cada uno de los integrantes de la misma.
Se queman libros y los protagonistas usan el término “familia” para
referirse a sus programas favoritos de televisión. Y de esta forma
lograr que la sociedad crea lo que los medios les muestran, sin
importar que haya sucedido o no.
La realidad que se vive en Argentina, hoy en dia, es de acuerdo al
pensamiento político que uno tenga. Nos vemos eligiendo la campana
que más nos gusta escuchar, para que nos cuente la misma noticia que
comentan en otro canal, pero de forma completamente opuesta. Así
controlan a la sociedad, en este caso discutiendo quien es culpable
en lugar de buscar posibles soluciones.
Aunque queda algo para reflexionar, ¿Por qué la mayoría de los
libros que abordan distopías se escribieron entre 1945 y 1955? ¿Será
que el periodo posguerra generó un negativismo profundo en la gente,
y escritores reflejaron ello en sus libros? A esto se le suma otra
duda, ¿Por qué no supimos corregir la historia y dimos con sus
profecías?