06/03/2017

PASIÓN DE MULTITUDES, NEGOCIO DE POCOS


La pelota no comenzó a rodar en tiempo y forma, las causas son varias y los responsables aún más. Entre ellos, el Gobierno, la AFA, y los clubes. Es la crónica de una decadencia anunciada en el fútbol.

 


El fútbol argentino atraviesa una de las peores crisis en su historia, los trabajadores no escapan a las generales de lo que ocurre en la nación y se les adeuda meses de sueldo.


Por eso, el secretario general de Futbolistas Agremiado, y ex San Lorenzo, Sergio Marchi expresó en un comunicado “mantener la postura de no dar comienzo a la segunda parte de los Torneos de las categorías profesionales organizados por AFA, previstos inicialmente para el día 03/03/2017".


Pero el problema no se inicia allí, la profecía del comentarista del grupo FOX devenido en ex candidato a diputado PRO, Fernando Niembro, acerca de “quien quiera ver fútbol gratis que vaya a Cuba”, se autocumplió con su espacio en el Gobierno.


Los clubes le exigían al Estado un saldo adeudado en concepto de televisión, y por eso amenazaron con no arrancar el torneo. La transferencia que hacían era sencilla, si no cobran esa plata no le pueden pagar a los jugadores, y por ende no hay fútbol.


Hasta ahí, todo parecía claro. Unos días más tarde llegaron las ofertas televisivas, tres para ser más precisos. Las iban a abrir un viernes, pero desde el jueves ya sabían que uno de los sobres estaba mal redactado, y por eso dilataron la decisión para la venta de los derechos una semana. Las ofertas fueron de un grupo español, llamado MediaPro, FOX-Turner, y ESPN.


Como base son por cinco años, con lo cual el próximo Gobierno va a heredar un contrato que al parecer no es beneficioso, porque ningún dirigente fue capaz de poner la firma con alguna emisora.


Por su parte, la Asociación de Fútbol Argentino merece un apartado especial en esto del no comienzo del torneo. Es una entidad intervenida por una Comisión Normalizadora en donde el Gobierno puso como Presidente al cordobés Armando Pérez.


Nada mejor que crear una comisión para que algo no avance, se vuelve a cumplir la lógica del General Perón.
Pérez que contaba con el apoyo del PRO para aquietar las aguas con personalidades de la talla del conductor más popular de la TV, y dirigente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli; o con el titular del gremio de Camioneros y Presidente de Independiente, Hugo Antonio Moyano; o inclusive con el Presidente de Boca, el macrista Daniel Angelici; fue perdiendo apoyo y su conducción se volvió insostenible.


Con el agua tapandole el cuello, y entre gallos y medianoches, se le depositó una suma de dinero a los clubes que no alcanzaba para pagar los sueldos.


Ahí entra en acción el Gremio de Futbolistas, y explica que la medida de fuerza es no presentarse a jugar los partidos si no se les asegura que todos los jugadores van a cobrar. Comenzaron en ese momento, las idas y vueltas de quien por meses hizo mal las cosas y a último momento pretende arreglar todo.


Primero, los clubes grandes dijeron tener la plata necesaria para que los jugadores cobren, pero esa propuesta fue desestimada en solidaridad de los compañeros trabajadores de las ligas más bajas en el ascenso a quienes adeudan varios meses, y están cobrando la mínima.


El segundo intento fue armar “una vaquita solidaria (SIC)”, para que los clubes que más recursos tienen ayuden a los de menos. Esa propuesta intentaba que el fútbol comience a toda costa en la fecha de inicio previsto, o que se juegue el domingo 5, el lunes 6, y el martes 7. De esta manera el deporte iba a debilitar las protestas sociales convocadas a una movilización, y el paro docente.


De hecho, la “vaquita” quedaba nula si no se jugaba en esos días. Desde el gremio de futbolistas se vio eso como una utilización política de los clubes más pudientes para romper la huelga y tapar otros problemas, y por ende, tampoco fue aceptada.


El ministro de trabajo, Jorge Triaca, dictó la conciliación obligatoria por la cual los clubes que no se presenten a jugar iban a tener sanciones. Por eso, algunos dirigentes plantearon la necesidad de jugar con juveniles la primer fecha, lo que enardeció a los jugadores profesionales que acataron la medida de fuerza en un 100 por ciento, y la jornada 15° se suspendió.


Existe un dicho popular que dice que los argentinos somos todos directores técnicos, porque hablamos como si supiéramos de la formación del equipo, los cambios que haríamos, tenemos la llave para ganar todos los partidos, ahora bien, si nos abstraemos de la pasión del deporte es lógico pensar que un trabajador que no cobre en cinco meses en su mayoría (como mínimo) proteste después que se le incumplió reiterada veces con lo acordado. No todo es primera división, y en la primera B, C y D, los sueldos no alcanzan y los jugadores deben buscarse otro trabajo muchas veces. No todo es área metropolitana y en el interior las deudas recrudecen. El dicho aggiornado podría decir “todos somos directores técnicos pero pocos jugadores”.
 

Por Rodrigo Marcogliese

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