03/01/2017

Inseguridad en números


Nuevamente tenemos sobre el tapete las noticias de inseguridad ahora llegan de Flores, y Mataderos, pero sólo son casos que agrandan la estadística desarrollada en este nota.

 


Lo sucedido con el niño en Flores y el joven en Mataderos, no hicieron más que echar sal sobre una herida que tenemos los vecinos. Aquella que arde mas cuando aparecen nuevas víctimas. La toma de la comisaría en el barrio de Flores por parte de los vecinos, marca una nueva tendencia. Ahora alejado de la ola de linchamientos, y autodefensas, el pueblo exige soluciones a quienes deben velar por su seguridad: la policía.

En mataderos se sabe que Jonathan recibió un impacto de bala en el tórax, pero se desconoce de que arma llegó el disparo. Si fue de la del ladrón, o la de un policía…
El resultado de una mala formación, y la puja por el control en la fuerza de seguridad se cobró una víctima, y eso se suma a la larga cantidad de homicidios que posibilitaron que lastimosamente Flores tenga la tasa más alta del país, en crímenes.

Pero levantando la cabeza, y mirando al globo. Como estamos en este marco de inseguridad, dónde se encuentran las respuestas a aquellas preguntas que salen expulsadas de nuestras gargantas, como un suplicio por llegar a una verdad negada.

El informe anual de OMS sobre violencia en el mundo muestra que nuestra región tiene las tasas más altas de homicidio, relegando de ese triste privilegio a países africanos, que las tenían hasta hace muy poco.

Según ese organismo internacional, la tasa de homicidios regional se traduce en 28,5 homicidios por 100.000 habitantes. La tasa cuadruplica la del resto del mundo y es el doble que la de los países en desarrollo de África.

Para ser justos, la situación de violencia (donde los países en conflicto bélico no son tomados en cuenta) varía mucho entre unos y otros dentro de la misma región.

Llama la atención que México, que por las noticias que llegan y por datos anteriores es visto como uno de los más violentos de la región, figura en el índice de la OMS con 24 homicidios cada 100.000 habitantes. Y de esa forma ocupa el lugar 34 en el mundo.

Por el contrario, los cinco países más seguros o con menos índice de criminalidad de la región son:

Antigua y Barbuda, con una tasa de 4,4 muertos por cada 100.000 habitantes. Antigua y Barbuda es un grupo paradisíaco de islas apiñadas en el Mar Caribe, ubicadas muy cerca de Las Antillas.

En segundo lugar quedó Chile, con una tasa de 4,6 homicidios por cada 100.000 habitantes. Tercero se ubicó Cuba, con una tasa de 5 homicidios. En cuarto lugar quedó la Argentina con un promedio de 6 homicidios cada 100.000, y en quinto lugar Uruguay, con 7,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

“La elevada tasa de homicidios en América Latina es debida a varios factores: la desigualdad de los ingresos, una cultura machista donde la aceptación de la violencia es más fuerte; la presencia de numerosas armas de fuego, así como una presencia importante de droga y consumo de alcohol”, explicó Etienne Krug, director del departamento que se ocupa de la prevención de la violencia y los traumatismos en la OMS.

La muerte por asesinato llega en la cuarta posición mundial después del sida, los accidentes automovilísticos y el suicidio para las personas que tienen entre 15 y 44 años, explica el documento de la OMS.

En su libro “América Latina: crisis del posneoliberalismo y ascenso de la nueva derecha”, el doctor en estudios Latinoamericanos, Francisco López Segrera, añade al estudio los índices adjudicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Esta región es la que mayor número de secuestros, y asesinatos tiene en el mundo, dato que va en concordancia con lo difundido por la Organización Mundial de la Salud.

El informe de la OMS también analiza la forma en que se produjeron los homicidios, es decir, si fueron o no con arma de fuego. Es resultado es por demás interesante.

En la Argentina el 65% de los crímenes fue por la utilización de este tipo de armas.

En el país hay programas nacionales y provinciales destinados al desarme. Desde la publicidad oficial se los presenta como exitosos; sin embargo la cantidad de asesinatos realizados con armas de fuego, la mayoría de ellas proveniente del circuito ilegal, demuestra que aún falta mucho por hacer.

De hecho, investigaciones judiciales demuestran que una buena parte de estas armas proceden de los propios depósitos judiciales que son custodiados por la policía.

Los datos de la OMS coinciden prácticamente cien por ciento con los difundidos por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Allí también hubo pésimas noticias para América Latina, que también figura como la región más violenta y tiene a Honduras con la mayor tasa de homicidios en el planeta; dentro de la región, Chile ocupa el último puesto en la lista, es decir cómo menos violento, y la Argentina figura también en un privilegiado cuarto puesto entre los países donde menos homicidios se cometen, ratificando el relego de Uruguay al quinto puesto.

De acuerdo con ese estudio anual sobre el homicidio en el mundo, a nivel de continentes América ocupa el primer lugar en muertes por homicidio, con 157.000 fallecidos en el año analizado (36% del total mundial). Le siguen África con 135.000, Asia con 122.000, Europa con 22.000 y Oceanía con 1.100, llevando el total global a 437.000.

El estudio define homicidio como el hecho de matar a alguien intencionalmente y se propone informar dónde, cómo y con qué intensidad ocurren los homicidios, y quiénes corren mayor riesgo, para ayudar a desarrollar estrategias y políticas para protegerlos.

A nivel mundial, la tasa promedio de homicidios es de 6,2 por cada 100.000 habitantes –cifra similar a la de la Ciudad de Buenos Aires según el estudio realizado desde la Corte Suprema de Justicia de la Nación que encabezó Raúl Zaffaroni en el 2012–, pero el sur de África y América Central tienen tasas cuatro veces más altas, de más de 24 víctimas por cada 100.000 habitantes, seguidas por América del Sur, África Central y el Caribe, con entre 16 y 23.

Durante el desarrollo de la Feria del Libro de Guadalajara, Raúl Zaffaroni brindó una conferencia titulada “Los derechos humanos como programa y realidad”. Allí, con otras palabras, describe el fenómeno que en la Argentina y otros países de la región ocurre con los medios de comunicación y con la forma de informar sobre los crímenes en general.

El ex Juez de la Corte Suprema dijo “es cada vez más urgente despertar del letargo televisivo. El panorama de letalidad violenta de nuestra región representa un verdadero genocidio por goteo. De los 23 países que en el mundo superan el índice anual de homicidios de 20 por cada 100.000 habitantes, 18 se hallan en América Latina y el Caribe y 5 en África”.

Y añadió “son varias las investigaciones locales que muestran que esas tasas se concentran en nuestros barrios y asentamientos precarios, como también que los homicidios allí cometidos son los que presentan los porcentajes más altos de no esclarecimiento e impunidad”.
 

Por Rodrigo Marcogliese

Fuente: OMS, CEPAL.

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