17/10/2016
LEALTAD EN
EL TIEMPO
Octubre es un mes lleno de acontecimientos guardados en la historia
peronista y nacional. Sin lugar a dudas, el nacimiento del
movimiento aquel 17 de octubre de 1945, inmortalizado como el Día de
la Lealtad, resulta significativo en los años posteriores hasta la
actualidad inclusive.
“Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la
Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros
comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían
directamente desde sus fábricas y talleres. Llegaban cantando y
vociferando unidos en una sola fe. Era el subsuelo de la patria
sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como
asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del
terremoto. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí
verlo.”, relató el pensador nacional Raúl Scalabrini Ortíz.
El 8 octubre de 1895 nacía Juan Domingo Perón, y el destino dispuso
que 50 años más tarde sea su nombre el que haya coreado 500.000
personas autoconvocadas a la Plaza de Mayo según los datos de la
crónica en el diario La Época.
La historia se remonta a 1943, cuando el GOU pone fin a la década
infame y Arturo Rawson se hizo cargo del Ejecutivo. Es allí cuando
el coronel Perón comienza a impulsar a los sectores obreros en la
lucha de conquistas sociales, y en diciembre de 1943 el
recientemente creado Departamento de Trabajo lo convierte en
Secretaría.
El apoyo gremial que recibió Perón se vió como un posible respaldo
ante una eventual candidatura presidencial y generó malestar en el
seno del Ejército. Fue por ello, que a principios de octubre de
1945, el ministro de guerra, Eduardo Ávalos (cabeza de los
conservadores del Ejército) planteó la detención de Perón, y después
el llamado a elecciones.
El presidente Edelmiro Farrell presionado ante el inminente
desplazamiento suyo en el Ejecutivo ordenó el 12 de octubre de 1945,
la detención de Perón y su traslado a la isla Martín García.
El mismo día que la Cañonera “Independencia” lo trasladó hasta la
Isla Martín García, el diario Crítica tituló en primera plana “Perón
ya no constituye un riesgo para el país”. Acentuando el descontento
de los medios hegemónicos con quien iba a ser tres veces Presidente
del país.
La CGT convocó a una huelga general para el 18 de octubre, pero
Perón acusó un malestar y lo trasladaron al Hospital Militar en
Belgrano, el 17 de octubre a la madrugada.
Sebastián Borro es un obrero que participó ese día, y en 1972
publicó en el diario La Opinión Cultural: “Íbamos parando en los
diversos establecimientos de la industria metalúrgica y maderera que
había por Constitución y sus trabajadores de sumaban a la fila en la
que estaba. En la marcha hacia allí se pintaban sobre los coches,
con cal, leyendas como -Queremos a Perón-”.
En esa crónica Borro recordó, que “Perón había aplicado el pago
doble por indemnización, preaviso, pago de las ausencias por
enfermedad. Creo que pocos días antes de su detención, Perón había
conseguido un decreto por el que se debían pagar al trabajador los
días festivos: 1º de mayo, 12 de octubre, 9 de julio.; y recuerdo
que uno de los patrones nos dijo que vayamos a cobrarle a Perón el
12 de octubre (cuando ya estaba detenido). Después del 17 cobramos
ése y muchos días más”.
En otro dato que describe la escena, la policía levantó los puentes
sobre el Riachuelo para evitar que avancen los manifestantes que
venían de la zona sur del conurbano. Basta decir que la gente
comenzó a cruzar nadando o en balsas.
La multitud era imparable y colmó la Plaza de Mayo a la espera de la
libertad de su líder. Pero el calor era tal que los manifestantes se
refrescaron los pies en la fuente de la Plaza. Esa imagen también
forma parte de la historia argentina. El diputado radical Ernesto
Sanmartino describió en 1947, desde su odio y su discriminación a
esa escena como un “aluvión zoológico”, luego el dirigente se
exiliaría a Uruguay para volver al país en 1955.
Si bien varios mandos del Ejército solicitaron reprimir a los
manifestantes, el Gobierno optó por enviar emisarios al Hospital
Militar y pactar con Perón. Luego de ello, a Ávalos se le dió pase a
retiro y se convocó a elecciones generales en 1946 (donde triunfó la
fórmula Perón- Quijano).
Pasadas las 23, Juan Domingo Perón se hizo presente ante la multitud
en el balcón de la Casa Rosada, como se repetiría por muchos años
más. El movimiento peronista tenía su piedra fundacional, y su líder
dijo esa noche “reafirmo tener tres honras en mi vida: ser soldado,
patriota, y primer trabajador argentino”. Luego de ello pidió la
desmovilización en paz.
Han pasado 71 años de esa fechas, mucho ha cambiado y tantas otras
cosas se han hecho en el nombre de ese día. Al recordar se ve el
odio, la discriminación, la lucha de poder, el malestar en los
medios hegemónicos, cuestiones que no distan mucho de la actualidad.
Queda con vistas a lo que viene reflexionar y luchar por los ideales
que se pregonó en una construcción y unión de un pensamiento
nacional.
Por Rodrigo
Marcogliese
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