La orden de desalojo emitida por
el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, contra un grupo de
artistas que trabaja en un taller de la ex ESMA haciendo el
monumento a la Mujer originaria, motivó este diálogo con el escultor
Andrés Zerneri.
“Hace 5 años que venimos construyendo este monumento, y esta etapa
para nosotros muy importante, es la que consolida no sólo la parte
del material con la colecta de llaves entre la ciudadanía, sino el
aspecto político que tanta gente manifieste que esta obra se pueda
realizar, con llaves, candados viejos, canillas en desuso, juntamos
ya el 95 % del bronce necesario, o sea 9 toneladas y medio de las 10
que necesitamos, y con ello que no es fácil de mover, estimamos que
tenemos un apoyo de tanta cantidad de gente manifestada en esa
donación, para terminar la obra acá.
Y no nos vamos a ir hasta que no la terminemos. No solo porque es
difícil corrernos con una escultura de 10 metros de altura y mover
casi 10 toneladas de bronce, sino también porque consideramos
importante la participación dentro de este proyecto de la
divulgación de los Derechos Humanos que contemplen también a los
pueblos originarios que son parte de nuestra identidad, nuestra
historia y sobre todo porque son los primeros desaparecidos. En este
espacio todo lo que le haya pasado a la familia humana en materia de
DD.HH debe ser recordado y reparado.
Cuando impulsaron este proyecto junto a al historiador Osvaldo Bayer
fue declarado de interés cultural y social por la Legislatura
porteña ¿Por qué ahora un funcionario del PRO, mismo signo político
que los reconoció en la Ciudad, le dijo a ustedes que dejen de
trabajar allí?
Es por el desconocimiento a este proyecto. Hablamos personalmente y
él interpreta que eso es un usufructo casi personal, como si a mí me
hubieran prestado un espacio para hacer mi obra personal. Este es un
uso que estamos dando de manera colectiva todos los artistas que
participamos en la obra. Salvo el monumento a Juana Azurduy, yo no
realizo otro tipo de obra en este lugar. Tengo mi taller propio. No
tengo ninguna otra intención que terminar el monumento a la mujer
originaria y me encantaría hacerlo en el menor tiempo posible.
Lo que estamos pidiendo simplemente es el espacio. El secretario de
DD.HH tiene la oportunidad de diseñar el tipo de convivencia que
quiere con nosotros, porque vamos a seguir estando acá, y ojalá
también se sienta orgulloso de tenernos en este espacio de promoción
de los Derechos Humanos, porque vamos a seguir haciendo actividades
hasta el día que se termine el monumento.
Apoyaron esta idea del monumento los presidentes Evo Morales, Rafael
Correa y en su momento hasta Eduardo Galeano. ¿Podría describir como
sería?
Es una especie de pachamanca, una mujer mayor, originaria, a
propuesta de mujeres también originarias con quienes tenemos
consultas sobre cómo quieren que se vea el monumento, eso nos
enseñan el respeto a los mayores, a diferencia de los occidentales.
Finamente Zerneri evaluó que se ha aprendido algo sobre nuestra
latinoamericanidad y raíces. “Recién estamos abriendo los ojos
conociéndonos que sabemos valorar lo que se debe cuidar. Este es un
país plurinacional, como es Bolivia. Vamos tomando dimensión de la
riqueza cultural que compone nuestra familia humana. Para cuidarla
hay que entenderla. La finalidad de este monumento en bronce es
sensibilizar a la gente con nuestros orígenes diversos.
Consultado sobre la continuidad del proyecto afirmó que se
desarrollan actividades con la participación de muchos artistas
habrá una exposición antes del 24 de marzo referido a los 40 años
Kimún, (que significa memoria en mapuche).