El parlamento de la Ciudad
distinguió al musical “Kolbe: sólo el amor crea”, escrita y dirigida
por Carlos Abregú con música original de Ángel Mahler. El autor
detalla más de la obra en esta nota.
La obra es acerca de la vida de Kolbe, que termina falleciendo en
el campo de concentración y tiene relevancia al expresar distintas
formas de amor. ¿Es así?
Si, Kolbe fue un mártir en Auschwitz, y en el año 1982, Juan Pablo
II lo canonizó, Es una historia muy fuerte que irradia mucha luz en
momento de mucha oscuridad para la humanidad.
¿Cómo llegó la información de que iban a ser distinguidos?
Hemos estado realizando diferentes recitales con Angel Mahler y la
propuesta de la legisladora que vio uno de ellos, fue aceptada.
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Biografía:
San Maximiliano María Kolbe O.F.M.Conv. (Zduńska Wola, 8 de enero de
1894 – Auschwitz, 14 de agosto de 1941) fue un clérigo franciscano
conventual polaco asesinado por los nazis en un campo de
concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un gran
propagador de la devoción al Inmaculado Corazón de María y un
acérrimo combatiente contra el modernismo y los peligros que
acechaban a la Iglesia en el siglo XX.
Auschwitz pasaba por ser el más terrible de los lager nazis. Fue
llamado el Campo de la Muerte. A finales de junio de 1941 se fugó un
presidiario. La fuga se castigaba con la muerte de diez compañeros
en “el bunker del hambre”. El jefe de campo, Fritsch, los coloca en
filas. Diez pagarán con su muerte la evasión. Señala uno de cada
fila. El n.o 5.659, Francisco Gajowniczek, exclamó: “¡Ay! ¿Qué será
ahora de mi mujer y de mis hijos?”.Kolbe no lo dudó, se le había
presentado el momento cumbre de su vida. Pasar de las palabras a las
obras., dar la vida por el hermano. Dio un paso al frente, que sería
irreversible. Ante el pasmo de todos, se cuadra ante Fritsch y dice:
“Me ofrezco para morir a cambio de ese padre de familia. Soy
sacerdote católico”. Fritsch da su conformidad -para él el hombre no
era más que un número- y ordena el cambio del 5.659 por el 16.670,
que era el suyo. Un escalofrío les conmocionó a todos.
El guardia que les encerró, les dijo sarcásticamente: “Ahí os
marchitaréis como tulipanes”. Sólo la presencia voluntaria de Kolbe,
dulce y alentadora, representaba algún alivio en el bunker de la
muerte. Rezaba con ellos, entonaba salmos, les confortaba y
preparaba a bien morir.
Después de tres semanas habían muerto ya todos. Menos Kolbe, que
seguía vivo, apoyado en la pared y musitando oraciones. Pero su
presencia les estorbaba. El día 14 de agosto, el enfermero le
inyectó una dosis de ácido muriático para acelerar la muerte. Y fue
al cielo, a celebrar la Asunción.