Un ajustado triunfo del
oficialismo en la Ciudad convirtió a Horacio Rodriguez Larreta, en
el próximo Jefe de Gobierno porteño. Con poco más del 69 por ciento
de concurrencia de los electores y una gran importancia del voto en
blanco, el PRO se quedó con el balotaje y estará a cargo del
ejecutivo por cuatro años más.
Para sorpresa de quienes daban por ciertas las cifras de las
consultoras, el partido que lidera el candidato a Presidente,
Mauricio Macri, no apabulló a su oponente con diez puntos de
diferencia. Fueron tres puntos la ventaja del PRO, sobre el espacio
que llevaba a Martín Lousteau como candidato a gobernar el destino
de los porteños.
Los primeros datos oficiales llegaron a las 19.25, desde el centro
de cómputos instalado en la actual sede de Gobierno, cuando el
Ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, confirmó la
cercanía entre los dos partidos.
Finalmente el oficialismo porteño, que llevaba de candidatos como
Jefe y Vicejefe a Horacio Larreta y Diego Santilli, respectivamente,
sacó el 51,64 por ciento de los votos positivos, mientras que sus
competidores de ECO (Martín Lousteau y Fernando Sánchez) obtuvieron
el 48,36 por ciento.
En cifras, de 2.555.853 electores participó el 69,38 por ciento en
esta segunda vuelta (1.772.888 personas). Dentro de ese 69,38 por
ciento, el 94 por ciento sufragó de forma positiva (1.666.859
votos). En definitiva, 860.802 votos le valieron al PRO para ganar
las elecciones, es decir, que el 33,7 por ciento del total del
padrón electoral porteño eligió la fórmula oficialista.
Lejos en el tiempo, quedó aquel lunes 6 de julio. El día después de
las generales en la Ciudad, cuando desde el armado de campaña del
PRO dejaron trascender el “gasto” que significaba un balotaje, y
decían “ hay que respetar lo estipulado por la Constitución, pero
hay mucha diferencia con el segundo” (en ese caso Larreta obtuvo el
45,5 por ciento de los votos, y Lousteau el 25,5), como un gesto
implícito de ver con agrado que el candidato de ECO decidiera
declinar su candidatura. Más aún, aquel lunes sugirieron que más del
80 por ciento de los porteños no quería al FpV, por la suma de todos
los espacios contra el porcentaje de Mariano Recalde. Un análisis
poco elaborado como suponer que en este caso, el 66,3 por ciento del
total de porteños incluidos en el padrón no quisieron al PRO.
Por otro lado, algunos referentes de Izquierda, y del FpV se
pronunciaron acerca de votar en blanco, en los números eso no
ocurrió ya que quedó a las claras que se polarizó la elección, y
muchos votos de ECO fueron la sumatoria de sufragios de otras
fuerzas, que quisieron ir contra el espacio amarillo. El voto en
blanco obtuvo el 5,05 por ciento, crucial en una elección tan
ajustada.
El dato de color llegó desde las Comunas, dónde ECO logró imponerse
en 9 de las 15, cuando tanto en las PASO, como en la primera vuelta
el PRO ganó en todas (el Presidente de cada una de ellas responderá
al espacio de Larreta).
Las Comunas que limitan el este y el norte de la Ciudad (1, 2 -mayor
diferencia de Larreta, en Recoleta-, 4, 12, 13, y 14) fueron
macristas, cuando las que limitan al sur y al oeste con la
Provincia, sumadas a las internas obtuvo mayoría ECO (3, 5, 6, 7, 8,
9, 10, 11, y 15 -mayor diferencia en favor a Lousteau, en Chacarita,
y La Paternal-).
La decisión capital fue para el PRO, y para terminar con el objetivo
eleccionario le resta que Mauricio Macri sea electo como nuevo
Presidente de la República. En tanto el sector de Lousteau será
parte de unas internas a nivel nacional, con sus recientes
competidores a nivel local.
El partido en la Ciudad se terminó, aunque se piensa que puede ser
un puntapié para el que vaya a disputarse en el país, desde las PASO
de agosto.