“Es una alegría que podamos cumplir con los sueños de miles de familias que desde hace años esperaban la llegada del subte a su barrio”, dijo Macri en el evento.

Si bien las estaciones estaban listas desde el 2009, el líder PRO se excusó de no poder ponerlas en funcionamiento antes, debido a que no estaba diseñado un taller de servicio de reparaciones, y un espacio de cocheras, entre otros problemas de infraestructura.

Las nuevas dos estaciones que prolongan diez cuadras el trayecto de la línea A debajo de la Av. Rivadavia, cuentan con ascensores, escaleras mecánicas, pasamanos con señalética en sistema Braille, WIFI, terminales de reclamos y auto consulta.

A finales del 2014, el servicio contará con unos 105 coches nuevos de origen chino, gracias a la aprobación para pedir un préstamo financiero por 190 millones de dólares para su compra, por parte de la Comisión de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria, de la legislatura porteña.

Otra cuestión referida al palacio parlamentario de la Ciudad, es que el Jefe de Gobierno confirmó que el proyecto del diputado del PRO, Cristian Ritondo, para ponerle el nombre de “Papa Francisco” a la estación Flores, ya está en la legislatura.

Macri resaltó, “espero que se lleve adelante la iniciativa. Sería algo maravilloso que nuestro querido Papa algún día vuelva a viajar en esta Línea A que tanto utilizó”.

Todas las estaciones del A cuentan con un color o alguna pintura característica, en la estación San José de Flores están retratadas obras de la historia del barrio, realizadas por el artista Guillermo Roux.

Por su parte, en San Pedrito hay una reproducción de la obra “Luna con Corona Blanca”, y cuatro retratos de personajes del barrio (Hugo del Carril, el doctor Florencio Escardo, Alfonsina Storni, y Baldomero Fernández Moreno), hecho por Eugenio Cuttica.

Al finalizar el acto, Macri reconoció estar en contacto con Nación para “ayudar a terminar con la extensión norte de la línea E, que llegará al barrio de Retiro”.