11/06/2013

EL 433° ANIVERSARIO DE LA CIUDAD

SE FESTEJA CON EL DÍA DEL VECINO

 

Hoy es el día del vecino, pero ¿por qué?. Porque un 11 de junio Juan de Garay realizó la segunda fundación a la ciudad. Por quién fue propuesto y cuándo, en esta nota se enterará.

En 1990 se instituyó por decreto en la ciudad de Buenos Aires el llamado "Día del Vecino Participativo", con la intención de destacar la importancia del trabajo mancomunado entre las organizaciones barriales, los vecinos y el Estado, junto a la presencia de asociaciones civiles, culturales y deportivas.

El “Día del Vecino” fue propuesto por Romeo Raffo Bontá, quien desde la Asociación Vecinal de Villa del Parque, promovió cada año el festejo del Día del Vecino, el 11 de junio en conmemoración de la segunda fundación de la ciudad de Buenos Aires.

FUNDACIÓN

Garay fundó la ciudad con el nombre de Trinidad, en referencia al día en que fondearon en el Riachuelo, domingo de la Santísima Trinidad en el calendario católico, dejando la denominación de Santa María de los Buenos Ayres para el puerto.

Más tarde, fue tal la importancia del puerto que la ciudad fue llamada Santa María de los Buenos Ayres.

Tras la fallida primera fundación de la ciudad por parte de Pedro de Mendoza (febrero de 1536), los querandíes volvieron a ocupar el territorio que hoy es la ciudad autónoma. Pero para el momento en que Garay viajó desde Asunción, dónde vivía desde que tenía 15 años cuándo había arribado de su España natal, hasta esta ciudad las cosas habían cambiado. España había expandido al sur su dominio sobre el virreinato del Perú.

El asentamiento de Garay se dispuso en un área que no coincidía con la de su antecesor, ya que Garay eligió la actual Plaza de Mayo como lugar para fundar la ciudad de la Trinidad y el puerto de Santa María de los Buenos Ayres. En el terreno elegido, que resultaba amplio y elevado junto al río, se instaló el fuerte -donde hoy se erige la Casa de Gobierno-, la plaza principal y a su alrededor entregó terrenos para los colonos y los religiosos. Según la normativa española, el explorador dividió el terreno en 250 manzanas. Desde la línea del fuerte, las cuatro primeras filas de manzanas estaban divididas en cuartos, excepto por las entregadas a las congregaciones.

El resto de la ciudad fue loteada y entregada a quienes habían acompañado su fundación, que contemplaba la construcción de un hospital que se llamaría “San Martín”, en honor el patrono elegido para la ciudad (no existen mayores noticias sobre esa edificación). Los límites del loteo estaban circunscriptos en lo que hoy son las avenidas Independencia y Córdoba y las calles Libertad y Salta; mientras que el tejido urbano llegaba a las actuales Arenales, San Juan y avenida Rivadavia aproximadamente al 4000.

 

 

 

                                                                                             Rodrigo Marcogliese

 

Fuentes: revistaelabasto.com.ar; rss-noticias.com.ar

 

 

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