Se hace complicado comenzar la nota sin saber cuál de todos los
factores mencionar primero. Haciendo caso al título, la desidia
institucional comenzó con el club All Boys, siguió con la fuerza de
seguridad y luego con la Asociación de Fútbol de cabotaje.
En realidad, el final y el principio tiene por responsable a la
misma asociación: la afa. El hincha albo tiene que remontarse
décadas atrás para recordar un torneo tan mal organizado y decadente
como el que está disputando.
A saber, el día del incidente con Atlanta que motivó la suspensión
del estadio ubicado en la Comuna, el blanquinegro había disputado 13
partidos y un tiempo, sobre un total de 16 partidos posibles.
De los cuales 8 partidos y un tiempo habían sido en condición de
visitante y 5 de local.
Los dirigidos por Pablo De Muner estuvieron siendo potencialmente
primeros (en el caso de ganar los partidos que tenía pendientes)
durante 6 semanas.
Los motivos de las suspensiones de los partidos fueron por
disputarse los JJOO de la Juventud en la Ciudad, cuestión que
postergó el enfrentamiento contra Atlanta ya que la policía no podía
hacerse responsable de la seguridad del partido.
Contra Flandria el partido era un domingo, pero como el día anterior
llovió y se reprogramó la primer final de la Libertadores en la
Bombonera (otro tema largo a desarrollar), el superclásico fue el
domingo, y el encuentro por la tercera categoría se suspendió.
Quizá el más increíble sucedió en la cancha de Sp. Italiano en
Ezeiza (porque hay que aclarar que de los 8 partidos que el albo
había jugado en condición de visitante 3 equipos hicieron de local
en el mismo estadio, ya que no poseen uno), el partido era contra
Acassuso, equipo con sede en San Isidro. En el entretiempo un
jugador de su equipo requirió ir a un hospital por un codazo
recibido que lo hizo sangrar permanentemente y la ambulancia debió
ir desde zona sur (Ezeiza) a un nosocomio de zona norte (San
Isidro), al no haber otra ambulancia que pudiese llegar al estadio
el partido se suspendió.
Ni hablar del partido que All Boys venció a Fénix en cancha de Dep.
Español cuando estuvo a punto de no disputarse por falta de permiso
municipal. Permiso que nunca llegó y por altoparlantes pidieron que
la parcialidad de Fénix se retire para disputar el encuentro, cosa
que ocurrió.
Este desastre organizado llamado B Metro, en el que All Boys se
encontraba a escasos puntos del líder Estudiantes de Buenos Aires
con varios partidos menos, dispuso que finalmente el club de la
Comuna 10 comenzará a recuperar los partidos no disputados por
causas ajenas al albo.
Lejos de quejarse por tener cruces entre semana mientras los otros
equipos descansan, lejos de pedir un resarcimiento por tener que
pagar más días de concentración, de comedor, de transporte para los
jugadores, All Boys se prestó a recuperar esos partidos.
Ni hablar de la carga en el entrenamiento, donde seguramente el
Preparador Físico del equipo tuvo que cambiar sobre la marcha las
intensidades ya que tenían pocos días de descanso muscular, y
partidos trascendentales como era enfrentar al “clásico de la
categoría” Atlanta y al puntero Estudiantes de Buenos Aires en 4
días.
El albo puso lo mejor ese día en la cancha y por un mal desempeño en
el campo de juego (gustaría más hacer la reseña del partido, que
pasaré por alto dado que no es el motivo de la nota) perdió 2-3
frente Atlanta.
Los incidentes luego del partido son de público conocimiento y
aunque no están claros los motivos, si lo están las imágenes que
muestran cómo hinchas de All Boys hacen retroceder a patrulleros de
la Policía de la Ciudad en la calle Chivilcoy.
Por más que fueron la amplia minoría los que hicieron ese acto, es
claro que fue puertas afuera del estadio (es curioso como pueden
creer que un patrullero estaba dentro de la tribuna).
All Boys nuevamente no protestó ante ese hecho, sino más tarde
realizó una conferencia de prensa argumentando que iban a prestar la
mayor colaboración que les fuese posible para esclarecer quienes
fueron los violentos, pero al ser fuera del club pidieron que se
levante la suspensión por un año que pesa sobre la entidad, donde no
podrá hacer de local y tampoco podrán concurrir sus simpatizantes a
donde vayan a jugar.
Varios clubes se solidarizaron con All Boys, el caso de Sacachispas
es curioso ya que tuvo que suspender un partido de inferiores ante
la institución de Floresta porque estos últimos no tenían la
indumentaria, ya que el club se encuentra clausurado.
Deportivamente, el club perdió la totalidad de los partidos
disputados desde ese día. El de Atlanta como hace rato se hizo
mención, el fin de semana haciendo de local en Adrogué contra
Estudiantes (las canilleras a los jugadores se lo prestó la gente de
Brown de Adrogué) y el tiempo restante frente a Acassuso, disputado
el miércoles y con botines prestados por la utileria de Boca.
Se realizó una manifestación en la puerta del club (Mercedes y Jonte)
esperando que se levante la suspensión, por el momento no hay nada
claro, aunque habría voluntad de levantarle la pena al club máxime
cuando pocas horas más tarde al hecho el partido final por la
competición continental más importante (River- Boca) se suspendió
por cuestiones fuera del estadio Millonario pero que sin embargo, no
cayó ninguna suspensión sobre el monumental.
Nuevamente la vara es distinta según el equipo. Un fútbol manchado
donde para toda respuesta del pésimo desempeño institucional es que
“la sociedad es violenta”.
All Boys dejó pasar los partidos más importantes que iba a tener en
condición de local en toda la temporada. El daño está hecho.