La referente del Nuevo Espacio de Participación (NEP), Silvia La
Ruffa, habló de la situación que vive el Peronismo en la Ciudad
estando cerca de las elecciones generales donde integran la lista de
Unidad Porteña. También, como militante en políticas de género,
abordó la temática de paridad.
¿Cómo surgió la formación de NEP?
Esta fue una apuesta de Juan Manuel Olmos que sintió la necesidad de
construir un espacio político con miras a ser gobierno en la ciudad
de Buenos Aires, y reunió a diferentes referentes peronistas
porteños con diversa trayectoria y allí me convocó. Nosotros
habíamos estado juntos en nuestro mandato en la Legislatura, y
coincidimos siempre en el armado del peronismo. Pero por primera
vez, estamos juntos construyendo en común. Entendemos que es
necesario unir todas las fuerzas de la Ciudad que no estén de
acuerdo con el Gobierno Nacional, por eso fuimos dentro del espacio
Unidad Porteña.
La lista de Unidad Ciudadana que ustedes integran se impuso en la
interna de Unidad Porteña, ¿Hay un principio de unidad allí?
Creo que el trabajo en conjunto está asegurado por la decisión
política de generar un frente y formar una propuesta única que es la
lista de candidatos de Unidad Ciudadana, no necesariamente eso
implica un único bloque. A veces, el mejor trabajo se hace desde la
diversidad. No me animo a afirmar cuál será el modelo que va a
primar, porque a pesar de que estamos contentos de haber sido
ratificados por la ciudadanía como la principal fuerza de oposición
en la Legislatura, no incide eso en cómo quedarán confeccionados los
bloques en el parlamento.
Precisamente en la Legislatura porteña están divididos espacios que
van juntos a estos comicios...
Si se mira la mayoría de las votaciones, hubo coincidencia entre el
bloque Peronista y el FpV. Hay diversas visiones y está bien, el
bloque único no siempre quiere decir reaccionar de una misma manera.
Lo importante es cómo se construyen los acuerdos políticos para que
el presupuesto más importante del país priorice lo que tiene que
priorizar, y no negocios inmobiliarios.
Hay mayor concientización en lo referido a violencia de género, en
lo político se muestra claramente a favor de la Ley de Paridad. ¿En
qué situación estamos actualmente frente a ese flagelo?
Creo que el movimiento Ni una Menos ayudó mucho en mostrar la agenda
de las mujeres. La paridad política es un subaspecto de ese aspecto
en general, en el que hay que lograr que a igual tarea exista la
misma remuneración sin importar si naciste hombre o mujer, o que las
posibilidades de ascenso en carreras ya sea en la justicia,
empresas, o en gremios esté vinculado con la capacidad y no con el
género. Falta por hacer. En ese sentido, la Ley que se propone para
que haya paridad en las listas es un paso, aunque no lo único. La
Ciudad fue pionera porque eso ya lo estableció en la Ley de Comunas,
pero solamente de las 15 comunas hay dos presidentas. No alcanza
solo con las Leyes, pero son un piso muy importante y hay que seguir
trabajando para que se llegue a todos los niveles y en todos los
espacios, porque eso también contribuye a que la distribución de
poderes no sea diferente. La violencia contra la mujer es cultural y
por eso es difícil erradicarla.