La ley avanzo mucho, porque el control popular se volvió el control por excelencia, el vecino es quien lo hace saber cuando no se cumple esa ley. Los empresarios gastronómicos no tienen perdidas de clientela e inclusive les mejoró el entorno en el que trabajan porque con la prohibición de fumar en espacios públicos ese ambiente ya no está viciado de humo.

La ley no prohíbe fumar, prohíbe hacerlo en determinados lugares, y en Argentina se comprendió después de muchas décadas que es necesaria. Se estima que 40 mil argentinos mueren al año por el tabaco entre activos y pasivos, es como llenar el estadio de Vélez y hacerlo desaparecer.

La industria tabacalera apunta a los pibes por medio de las propagandas, por ejemplo, y hay q evitar q los chicos entren. La ley tuvo tanto impacto porque la batalla se dio sobre un terreno preparado a nivel social, hoy a nadie se le ocurriría volver atrás.

Después de la unificación nacional se reformó la Constitución y se creó un artículo que indica, que la prensa no puede establecer jurisdicción federal sobre la libertad de expresión. En ese momento la imprenta era lo único que se conocía como prensa, luego la Corte ha interpretado a “prensa” como todos los medios de comunicación.

Hace unos años hubiese sido impensado que la gente pensara que esta ley fuese necesaria, sin embargo, la realidad es que hay un sector que esta bajo un ataque permanente del Gobierno Nacional. El sector crítico sufre las consecuencias, desde la pauta oficial negada, hasta los ataques a los grupos económicos dueños de los multimedios. El Kirchnerismo tiene un discurso en el que supuestamente quieren protegernos de los monopolios y oligopolios, pero en realidad lo que vienen haciendo es mostrar una sola realidad y que las voces críticas no existan. Vos tenes la libertad de publicar lo que quieras si tenés donde hacerlo. No se puede separar la libertad de prensa con la libertad en relación a los medios, nada impide que si el Gobierno quiere ponga otra planta de papel.

Hay una cuestión específica de disputa con el grupo Clarín. La ley de libertad de expresión cae en ese contexto, con el sector de la prensa crítica y la necesidad de construir un gesto desde la Ciudad de Buenos Aires muy claro diferenciador del Gobierno Nacional. Nosotros somos blancos de muchas críticas pero lo soportamos como es nuestro deber.

Hay que garantizar que todas las voces se puedan escuchar, la ley protege a todos los sectores de la prensa, el que está siendo atacado tiene un refugio en esa ley, el Kirchnerismo demostró ser volátil en ese sentido, antes era socio de (Héctor) Magnetto y después se peleo.

Yo no entiendo porque no apoyaron la reforma política que impulsamos sobre que existan internas abiertas para la Ciudad, o el voto electrónico, cuando las minorías son las principales beneficiarias de eso porque significaría un instrumento para que la gente ordene la sumatoria de las fracciones detrás del más apto para competir. Lo que ha hecho la oposición porteña es negarse a votar la reforma sólo porque lo propuso Macri, si uno ve lo que hacen es terminar diciendo “yo uso lo que digo que esta mal”.

Un lugar importante, a mi me atrajo la gran cantidad de gente joven que conocí trabajando con este nuevo espacio, desde antes del PRO cuando era Compromiso Por El Cambio. También la buena recepción desde los lideres para toda esa masa que estaba laburando, sin prejuicios por ser Peronista o Radical. Eso sumado a la explosión de los partidos convencionales, ya sea por ausencia de democracia interna, o por las ineficiencias políticas y fracasar gobernando, como por ejemplo el radicalismo.

La ecuación de gobernar es encontrarle solución a distintos problemas, y si la solución la trae un Radical o un Peronista no importa, una buena idea es una buena idea. Hoy por hoy, el Peronismo en el PRO diría que no sólo tiene protagonismo central, sino que en la misma legislatura es más probable que haya mas diputados de origen peronista en el PRO que en el PJ o el resto de los bloques.

No discuto quien es más, o menos Peronista. Me parece que ese partido a nutrido todos los espacios del país, siempre fue una fuerza política movimientista con matices muy contrastantes englobados bajo un mismo manto cobertor, la izquierda, la derecha y el centro.

El PRO se ha nutrido de peronistas y radicales, y como postura política dejó de ser anti para asumir soluciones, por eso somos PRO justamente, el todo es más importante que las partes.

Hay dos cosas para apuntar sobre este tema, primero me parece central decir que hay una necesidad del Gobierno Nacional de consolidar un relato histórico determinado, y eso lo trasladan a todos los planos. Realmente no sólo eso es falsificar la historia, sino que además, es descontextualizarla con una cronología distinta, es decir, analizar 150 años después porque un determinado personaje tomó una decisión. Me parece que la discusión no tendría que ser Juana Azurduy o Cristóbal Colón, en realidad es Juana Azurduy y Colón en todo caso. Además ahí hay una cuestión vinculada a la comunidad italiana, que es la mas grande en Argentina, y esa estatua fue una donación.

El segundo enfoque tiene que ver con el derecho de propiedad, desde el Gobierno Nacional dicen que la estatua es suya y por eso la pueden poner donde quieran. En rigor no es así, la estatua es patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires y esta emplazada. El congreso no es más la legislatura local, el Gobierno se sigue manejando como si la Ciudad fuese su patio trasero.